La quimio-hipertermia peritoneal (HIPEC), inicialmente descrita por Paul H. Sugarbaker asociada a cirugía radical (citorreducción) ha demostrado ser eficaz en carcinomatosis peritoneal secundaria a determinados tumores como el cáncer colo-rectal y ovárico, el pseudomixoma peritoneal, así como cáncer gástrico y endometrial y mesotelioma peritoneal. Esto implica la esperanza de una posible curación o una buena paliación en un escenario con escasas posibilidades terapéuticas.
Concretamente, la carcinomatosis peritoneal es un tipo de tumor masivo que afecta al área del peritoneo y el resto de estructuras abdominales. Su tratamiento resulta muy complejo, ya que la quimioterapia habitual por vía intravenosa no puede atravesar la barrera del peritoneo y, por tanto, resulta inefectiva en este tipo de tumores. Los pacientes con este tipo de tumor presentaban una supervivencia media de 6 meses, y se les aplicaba únicamente tratamientos de índole paliativa.
Concretamente, la carcinomatosis peritoneal es un tipo de tumor masivo que afecta al área del peritoneo y el resto de estructuras abdominales. Su tratamiento resulta muy complejo, ya que la quimioterapia habitual por vía intravenosa no puede atravesar la barrera del peritoneo y, por tanto, resulta inefectiva en este tipo de tumores. Los pacientes con este tipo de tumor presentaban una supervivencia media de 6 meses, y se les aplicaba únicamente tratamientos de índole paliativa.
El objetivo es que el quimioterápico sea absorbido directamente por la célula tumoral sin los graves efectos secundarios de estos fármacos cuando se utilizan por vía general.
HIPEC está indicado en pacientes con buen estado general, enfermedad extirpable tumoral limitada a abdomen y en el contexto de un programa multidisciplinar, realizado por equipos altamente especializados. El máximo beneficio se obtiene cuando hay enfermedad peritoneal residual mínima, es decir, cuando se utiliza HIPEC para consolidar una respuesta completa a la quimioterapia.
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