Si, un día frío de enero me dejaste para ir a un lugar desconocido, partiste para no volver, aunque siento que permaneces en mi corazón. Sé que no te has ido, que estás dormida. Si, me dejaste después de una vida larga, repleta de momentos aferrados a las personas y a las cosas, con una enorme mochila de recuerdos olvidados en los últimos años. Si, me abandonaste, no sin dolor, no por voluntad propia, emprendiendo un viaje corto pero intenso, con una mirada que hablaba y que me pedía de forma insistente que te aliviase. Si, me dejaste en una fría madrugada del mes de enero avisándome con una mirada intensa que te ausentabas al más allá y yo, te deje marchar, consciente de que buscabas la compañía de quién no te abandonó hasta que la llamada final te lo arrebató.
Tengo la confianza de que me aguardas, que estás en la habitación de al lado, esperándome junto a papá para dar cuenta al Sumo Hacedor.
Me diste la vida y eso no se puede olvidar, la existencia forma parte de uno mismo. Gracias por los momentos inolvidables que han dejado en mi, recuerdos imborrables. Se que estáis juntos ya, y eso me consuela, y me hace más fácil el transitar hasta el momento final.
No pienso que te has ido, solo sé que me dejaste y me aguardas, miro tu retrato y debo guardar tu ausencia, te fuiste antes y marcas mi camino y aunque tu cuerpo no esta, tu presencia la siento.
A mi madre
No me digas adiós
Significaste tanto, de C. Mitchell
Significaste tanto para todos nosotros
Eras especial, no miento
Iluminaste los días más oscuros
Y los cielos más nublados.
Tu sonrisa alegraba nuestros corazones
Tu risa era como escuchar música
Daría absolutamente cualquier cosa
Por tenerte bien y aquí cerca.
No pasa ni un segundo
Que no estés en nuestras mentes
Tu amor nunca olvidaremos
Del dolor con el tiempo sanaremos.
Muchas lágrimas vi y lloré
Con el caer de la lluvia
Se que estás feliz ahora
Y el dolor ya no te agobia.