Las mamas tuberosas se producen por una anomalía en el desarrollo mamario. Reciben múltiples tipos de denominaciones ( mamas tubulares, tuberosas,
constreñidas…) pero probablemente la más descriptiva sea el de mamas con
un “defecto en su base de implantación”. Estas anomalías de la mama se producen porque durante el desarrollo de
las mismas, estas crecen a partir de una base de implantación en el tórax más
estrecha de lo normal, no abarcando la parte más medial e inferior de la mama.
El desarrollo de las mamas a partir de esta base de implantación deficiente
ocasiona que estas no puedan crecer adecuadamente en su porción más medial e
inferior, y que su aspecto al final del desarrollo sea el de unas mamas
demasiado separadas, con un polo inferior corto y con una forma, en mayor o
menor medida, “tubular”. Además, como estas mamas solo pueden desarrollarse en
su aspecto más central, suelen tener las areolas demasiado grandes y
dilatadas.
En un alto porcentaje de casos estas mamas son además asimétricas,
de manera que en una mama la anomalía es más acusada que en la otra o existen
evidentes diferencias de volumen. En algunas ocasiones solo una mama presenta la
anomalía y la otra tiene un aspecto normal.
La corrección de la mama tuberosa, exige la realización de una remodelación
glandular completa durante la cirugía. Dicha remodelación comienza con la
reducción del diámetro de la areola y termina, con la fragmentación de la banda
de constricción o brida en el polo inferior de la mama, para permitir la
distensión cutánea y el desarrollo de la parte inferior de la mama.
En la
mayoría de los casos el procedimiento se completa con la implantación de una
prótesis anatómica, que además de aumentar el volumen de la mama ayuda en la
remodelación de la misma, especialmente a nivel del polo inferior.
Las
pacientes, han denominado a esta cirugía “la técnica del paraguas”, creemos que
es una metáfora, que aunque simple, puede ayudar en su comprensión; imaginemos
un paraguas cerrado y atado (la mama tuberosa); la cirugía consiste en desatar
el paraguas (eliminar las bridas de tejido que aprisionan la glándula) y abrir
posteriormente el paraguas, (redistribuyendo la glándula).
Aunque sólo es una irregularidad cosmética, las mujeres que sufren de mamas tuberosas en su grado más desarrollado, afecta de una forma importante la estabilidad emocional, alterando su manera de relacionarse, pueden llegar a padecer muchos complejos e inseguridades, a menudo puede causar baja autoestima, lo que podría conducir a otros problemas relacionados con la salud mental.
En lugar de estar avergonzadas o cohibidas, muchas mujeres optan por la cirugía plástica para mejorar el contorno del pecho, conseguir un aspecto del seno más natural y mejorar la autoestima.
Funcionalmente la mama tuberosa tiene perfecta capacidad para amamantar hijos, y no tiene mayor incidencia de enfermedades del pecho o tumores.
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