Eliminar de forma correcta las
jeringuillas y agujas de insulina es asunto que hay que considerar en Salud Pública. Entre otras
razones, porque se impide que estos materiales sean reutilizados, porque
se evitan los pinchazos accidentales, tanto de los familiares de
personas con diabetes como de los trabajadores de servicios de recogida
de basuras, y porque se ayuda a proteger el medioambiente.
Muy importante, lo que nunca se debe
hacer es depositar las jeringuillas y agujas en papeleras o contenedores
públicos.
Las agujas pueden causar lesiones a uno mismo o a otras personas. Una vez han sido utilizados, también llevan los fluidos corporales, como la sangre.
Las agujas usadas pueden transmitir infecciones, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis B o hepatitis C. Una aguja usada que está contaminada, puede transmitir la infección a otras personas.
Los residuos cortantes y punzantes han de ser recogidos en recipientes impermeables, rigidos y a prueba de pinchazos. Una vez llenos estos recipientes, tendrán que eliminarse como sanitarios especificos (Ver NPT 370).
En casa, los pacientes pueden volver a tapar la aguja, ya que no plantea el mismo riesgo para la salud. Los pacientes pueden usar el capuchón exterior para tapar y desenrroscar la aguja usada.
Esto no elimina los pinchazos accidentales, pero por lo menos no supone correr riesgos de contagios o infecciones. Sin embargo, los profesionales en visita domiciliaria deben seguir las normas del hospital. Estos problemas también deben ser tenidos en cuenta por los familiares directos de los pacientes que se tratan en casa.
Las jeringas y agujas para plumas de insulina deben ser desechadas con responsabilidad. Por lo tanto, los pacientes deben ser aconsejados para que no tiren los objetos punzantes en la basura común sin tener la certeza de que ésta pueda manejarse con seguridad.
La forma más apropiada de desechar las agujas para plumas de insulina y jeringas es cortando la aguja con un dispositivo especifico y/o depositándolas en un contenedor de objetos punzantes
Los objetos punzantes usados en terapia invasiva que hayan estado en contacto con sangre, deben desecharse con seguridad para eliminar el riesgo de pinchazos accidentales o contagios y las lancetas no son una excepción a la regla.
Algunas lancetas llevan tapón, que puede utilizarse para taparla después de su uso. La lanceta debe, de todos modos, depositarse en un contenedor de objetos punzantes o en otro contenedor de características similares. La misma recomendación es aplicable a las tiras reactivas que hayan sido utilizadas para realizar el análisis de glucosa.
Los pacientes deben seguir las normas locales de aplicación para el desecho de sus contenedores de objetos punzantes.
Resumiendo, las jeringuillas y
agujas usadas se depositarán en recipientes apropiados. Éstos son unos
contenedores de plástico rígido, de diferentes tamaños, diseñados para
eliminar objetos punzantes (ver ejemplos en la imagen que encabeza este
post). Podéis solicitarlos en vuestro centro sanitario más cercano,
ya que disponen de ellos y deberían facilitarlos. Si en estos centros no
los obtenéis, se pueden comprar en farmacias o en tiendas de material
de laboratorio. Como alternativa, utilizar recipientes que cumplan la
misma función, por ejemplo botellas de plástico (una solución para los
viajes o las estancias en hoteles). Cualquier recipiente utilizado debe
colocarse fuera del alcance de los niños. Siempre se dejará una parte
del mismo sin rellenar, con objeto de evitar que las jeringuillas o
agujas sobresalgan. Y finalmente se cerrará herméticamente.
Los contenedores con las jeringuillas y
agujas usadas tampoco deben tirarse a la basura general. Para su desecho
se llevarán a centros sanitarios, farmacias o laboratorios. Éstos
disponen de sistemas de gestión de residuos que cumplen la legislación
vigente, y procederán a su eliminación mediante incineración u otros
métodos.
Fuentes
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