Nosotros, los profesionales sanitarios que trabajamos
en las Unidades de Cuidados Intensivos, los pacientes y sus familias, afirmamos
que es necesario (y posible) un cambio en nuestra manera de relacionarnos. La
sofisticación de los cuidados y la alta tecnología se han erigido como la
máxima expresión del deber de curar y cuidar. Pero su evolución y mejora,
necesaria y deseable, no puede ocultar la faceta humana y emocional que la
relación entre los profesionales sanitarios y los pacientes y las familias mantiene
desde sus orígenes. Convenimos que la ciencia y los mejores valores humanos
deben reunirse de nuevo para dotar de un sentido holístico a nuestra vivencia
profesional y personal de la enfermedad crítica.
Por ello, reconocemos que todos nosotros somos
depositarios de derechos que faciliten que la dimensión humana adquiera una
importancia paritaria con los mejores avances técnicos:
● Los pacientes admitidos en las UCI y sus familias
tienen el derecho irrenunciable a una atención integral, que incluye, junto con
unos cuidados clínicos excelentes, el mejor soporte emocional y la tecnología
con mayor evidencia de efecto disponible. Sólo así se pondrán en valor unos
cuidados intensivos sostenibles.
● Los profesionales del enfermo crítico, expuestos a situaciones
de estrés laboral y emocional, precisan trabajar en ambientes seguros. Entornos
que favorezcan el trabajo en equipo, motivando y reduciendo el desgaste
profesional.
Para alcanzar estos objetivos, los profesionales del
paciente crítico, otros profesionales sanitarios, pacientes y familias, nos
comprometemos a trabajar juntos en las siguientes líneas de acción:
● Mejorar la comunicación y el trabajo en equipo,
incluyendo al paciente y a la familia.
● Facilitar una información más adecuada a pacientes y
familiares.
● Flexibilizar los horarios de visita hasta conseguir
que las UCI sean de puertas abiertas para los familiares.
● Fomentar la participación de los familiares en los
cuidados del paciente y en la toma de decisiones.
● Medir e incrementar la satisfacción de pacientes y
familiares
● Promover mejoras estructurales y arquitectónicas en
el diseño de las UCI.
● Evitar el deterioro del clima laboral, combatiendo
la insatisfacción profesional, la desmotivación, y los factores de estrés
percibidos.
● Ofrecer soporte adecuado al profesional en
situaciones de crisis.
● Humanizar los cuidados al final de la vida y el
proceso de morir.
● Resolver los conflictos potenciales desde la
bioética.
● Brindar la formación y entrenamiento para la
adquisición de las competencias relacionales necesarias para llevar a cabo todo
lo anterior de forma adecuada.
● Investigar para mejorar la evidencia científica
disponible.
El trabajo de mejora desarrollado en estas tareas
promoverá unos Cuidados Intensivos integrales, sostenibles y de mayor calidad,
con pacientes y familias más satisfechas, y profesionales más motivados. Un
lugar donde el ser humano y el desarrollo tecnológico vayan de la mano para
satisfacer las necesidades de todos los diferentes protagonistas que conviven
en ellas.
Todo ello debe acompañarse de estrategias y políticas
institucionales que apoyen la implantación de las mismas, y promuevan la
formación e investigación en esta área.
Los abajo firmantes nos comprometemos a trabajar para
generar el cambio, difundir el contenido de esta Declaración, y conseguir por
extensión una atención sanitaria más humanizada.
Puedes adherirte a la Declaración Humanización de los Cuidados Intensivos de Torrejón firmando aquí. Firma
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