La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que cursa con deterioro cognitivo y trastornos en la conducta, incapacitando de manera considerable a la persona que lo padece además de afectar al entorno más cercano del individuo: la familia.
Se calcula que uno de cada diez personas mayores de 65 años padecen la enfermedad.
En la mayoría de los casos, algunos miembros de la familia adoptan el papel de ‘cuidador’ y se ven
atrapados por la enfermedad.
El cuidador, en una mayoría de ocasiones, ha de estar pendiente del enfermo las 24 horas del día y durante 365 días al año, lo que supone una dependencia absoluta por la carga y sufrimiento emocional al no saber cómo reaccionar ante ciertas situaciones, provocando un anticipo de duelo hacia la pérdida. Esta situación, debido a la falta de recursos y que incluye la hospitalización, visitas médicas, residencias o fármacos y que en un porcentaje elevado son asumidos por la familia, lleva al cuidador a abandonar su vida laboral. A nivel social se produce un aislamiento y se le dedica menos tiempo al resto de los miembros de la familia y/o amistades.
Es fácil que el cuidador caiga en la idea errónea de pensar que puede cuidar al enfermo porque lo conoce, dando por hecho que el cuidado también va a ser mejor que el que se facilita en los centros geriátricos o especializados Hay que hacer ver al cuidador que, si es posible, llegado el caso, debe poner al enfermo en manos de profesionales que sepan tratar a estos enfermos. Hay que convencer a los cuidadores de que deben proteger su salud mental.
El mal de Alzheimer es uno de los retos sociales y sanitarios más importantes que se encuentran en la
sociedades industrializadas cara a las próximas décadas.
A continuación se hace mención a 15 puntos clave para cuidar a un enfermo de Alzheimer
1. Seguir una rutina diaria. Asegurarse de que haya muchos objetos familiares alrededor.
2. Mantenerse al tanto de dónde está el paciente y de su seguridad. Un método que algunas familias usan para prevenir que el paciente se extravíe es ponerle campanas a todas las puertas que den al exterior.
3. Asegurar que el paciente coma bien y beba una abundancia de líquidos.
4. Ayudar al paciente a que se mantenga los más independiente posible por el mayor tiempo posible.
5. Proporcionar oportunidades para que el paciente haga ejercicios regularmente y no se olvide de la
recreación.
6. Seguir relacionándose con los amigos y la familia.
7. Emplear ayudas escritas para la memoria como calendarios y grandes relojes, listas de las tareas diarias, recordatorios acerca de las rutinas o medidas de seguridad e identificando las etiquetas en los objetos que pueden olvidarse. Actualmente existen aplicaciones informáticas como las que se pueden encontrar en http://stimuluspro.com/
8. Asegurarse que el paciente se haga chequeos regulares.
9. Planificar necesidades futuras como la atención en Centros de Día y el ingreso en una Residencia.
10. Dar mucho apoyo emocional al paciente y a todos los prestadores de asistencia.
11. Asegurarse que el paciente tome los medicamentos regularmente, si se prescriben.
12. Asociarse a un grupo de apoyo para los miembros de la familia.
13. Pedir ayuda con las finanzas, arreglos legales, asesoramiento diario, temas emocionales, atención de reposo o arreglos del hogar para convalecientes cuando se necesite.
14. Revisar el hogar en cuestiones de medidas de seguridad, como barras en la pared cerca de la taza del baño y la bañera, luces nocturnas en los pasillos y en las escaleras, alfombras no resbaladizas, etc.
15. Asegurarse que todos los profesionales sanitarios tengan una lista completa de todas las recetas y todos los medicamentos sin receta del paciente.
Comunicarse con una persona con Alzheimer
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