domingo, 11 de septiembre de 2016

El dolor de una pérdida personal anunciada


El duelo es una adaptación emocional (realmente es un trastorno) aunque también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y conductual. Es un proceso natural y muy complejo que difiere según las sociedades en las que estemos inmersos.  Y también es muy diferente si se trata de un duelo por una pérdida personal anunciada o por una pérdida inesperada. Nos centraremos en el primer caso aunque, realmente, también puede servir para el segundo.

En la mayoría de las culturas es un momento triste pero hay otras en las que la muerte es un evento festivo identificándolo con una frontera que hay que atravesar para llegar a un lugar mucho mejor.

En el duelo podemos distingir varias etapas.

Cuando se habla de las etapas del duelo, en la mayoría de las oportunidades se hace referencia a las 5 etapas del duelo identificadas por Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra que estudió como las personas a las que se les habia diagnosticado una enfermedad terminal hacian el duelo por la pérdida de la salud. 
  • Negación: “Esto no está sucediendo. No a mí”.
  • Ira: “¿Por qué está sucediendo? ¿Quién tiene la culpa?”.
  • Negociación: “Haré un cambio en mi vida solo si eso significa que esto no me sucederá”.
  • Depresión: “Ya no me importa”.
  • Aceptación: “Estoy en paz con lo que está sucediendo”.
Todos estos sentimientos son normales. Sin embargo, no todas las personas que están atravesando un duelo experimentan todas estas emociones. Y no todas las personas experimentan estas emociones en el mismo orden. También es común volver a pasar por alguna de estas etapas más de una vez. El duelo puede incluir muchas otras emociones e, incluso, síntomas físicos (episodios de llanto, dolores de cabeza, palpitaciones, inapetencia, insomnio ...) .

No hay una forma “adecuada” de hacer el duelo. Cada persona es diferente. Hay que tomarse un tiempo para experimentar la pérdida del ser querido a su manera. No obstante se aconseja: hablar de cómo se siente uno con otras personas, intentar mantenerse al día con sus tareas diarias para no sentirse abrumado, dormir bastante, siguiendo una dieta bien equilibrada y haciendo ejercicio en forma regular, volver a lu rutina normal tan pronto como pueda, etc
El duelo dura  por regla general unas semanas. El proceso completo puede durar unos pocos años. Si aparecen problemas para manejar las emociones, hay que pedir ayuda. Entre las personas que pueden ayudar se incluyen los amigos, la familia, un religioso, un consejero o terapeuta, los grupos de apoyo, un psicólogo o el médico de familia.

Es posible que comience a sentirse mejor poco a poco. Cuando esto suceda es el momento para reorganizar la vida en torno a su pérdida o sin su ser querido.

Durante este tiempo puede aparecer altibajos (destellos o flashes emocionales). Es posible que se sienta mejor un día, pero peor al día siguiente.

A la larga, se irá modificando el pensamiento  Durante este tiempo, es normal que uno se sienta culpable. Es normal revivir algunos de sus sentimientos de duelo durante los cumpleaños, los aniversarios, las fiestas y otras épocas especiales


El primer duelo, William-Adolphe Bouguereau, 1888

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