lunes, 7 de septiembre de 2015

Caries

Nueve de cada 10 personas en todo el mundo presentan riesgo de tener algún tipo de enfermedad bucodental, desde caries hasta enfermedades de las encías pasando por el cáncer de boca, advierte la
Organización Mundial de la Salud (OMS), que recuerda que la prevención empieza en la infancia y, sin embargo, incluso en los países desarrollados, entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar tienen caries.
Fuente
Las caries dentales son uno de los trastornos más comunes, después del resfriado común. Suelen aparecer en los niños y en los adultos jóvenes, pero pueden afectar a cualquier persona y son una causa común de pérdida de los dientes en las personas más jóvenes.
Las bacterias se encuentran normalmente en la boca y convierten todos los alimentos, especialmente los azúcares y almidones, en ácidos. Las bacterias, el ácido, los residuos de comida y la saliva se combinan en la boca para formar una sustancia pegajosa llamada placa que se adhiere a los dientes. Es más común en los molares posteriores, justo encima de la línea de la encía en todos los dientes y en los bordes de las obturaciones.

La placa que no se elimina de los dientes se convierte en una sustancia llamada sarro. La placa y el sarro irritan las encías, produciendo gingivitis y periodontitis.
La placa comienza a acumularse en los dientes al cabo de 20 minutos después de comer. Si ésta no se
quita, comenzará a presentar caries.
Los ácidos en la placa dañan el esmalte que cubre el diente y crean orificios allí (caries). Las caries
generalmente no duelen, a menos que se tornen muy grandes y afecten los nervios o causen una fractura del diente. Sin tratamiento, pueden llevar a un absceso dental. La caries dental que no se trata también destruye el interior del diente (pulpa), lo cual causa la pérdida de éste.
Los carbohidratos (azúcares y almidones) aumentan el riesgo de caries dentales. Los alimentos pegajosos son más dañinos que los no pegajosos, ya que permanecen sobre los dientes. Los refrigerios frecuentes aumentan el tiempo en que los ácidos están en contacto con la superficie del diente.
El tratamiento puede ayudar a impedir que el daño a los dientes lleve a caries dentales.
El tratamiento puede involucrar: Obturaciones, coronas y tratamiento de conductos
Los odontólogos obturan los dientes eliminando el material dental cariado con el uso de una fresa dental y reemplazándolo con un material como las aleaciones de plata, oro, porcelana o resina compuesta. Estos dos últimos materiales son los que más se asemejan a la apariencia natural del diente y pueden preferirse para los dientes frontales. Muchos odontólogos consideran que las amalgamas (aleaciones) de plata y de oro son más resistentes y suelen usarlas para los dientes posteriores, aunque también hay una tendencia a
utilizar la resina compuesta altamente resistente en los dientes posteriores.
Las coronas o "fundas dentales" se usan si la caries es extensa y hay una estructura dental limitada, la cual puede ocasionar un diente debilitado. Las obturaciones grandes y la debilidad del diente aumentan el riesgo de ruptura del mismo. El área cariada o debilitada se elimina y se repara. Se coloca una corona sobre la parte del diente que queda. Dichas coronas suelen estar hechas de oro, porcelana o porcelana pegada a metal.
Un tratamiento de conductos se recomienda si el nervio del diente muere como consecuencia de una
caries o de una lesión. Se extrae el centro del diente, incluidos el nervio y el tejido (pulpa) vascular, junto con las porciones cariadas del diente y las raíces se rellenan con un material sellante. El diente se rellena y por lo regular se necesita una corona.
La higiene oral es necesaria para prevenir las caries y consiste en la limpieza regular profesional (cada 6 meses), cepillarse por lo menos dos veces al día y usar la seda dental al menos una vez al día. Se pueden tomar radiografías cada año para detectar posible desarrollo de caries en áreas de alto riesgo en la boca.
Los alimentos masticables y pegajosos, como frutas deshidratadas y caramelos, conviene comerlos como parte de una comida en lugar de refrigerio. De ser posible, cepíllese los dientes o enjuáguese la boca con agua luego de ingerir estos alimentos. Reduzca los refrigerios, los cuales generan un suministro continuo de ácidos en la boca. Evite el consumo de bebidas azucaradas o chupar caramelos y mentas de forma constante.
Los sellantes dentales pueden prevenir algunas caries. Los sellantes son películas de material similar al plástico que se aplican sobre las superficies de masticación de los dientes molares y previene la acumulación de placa en los surcos profundos de estas superficies vulnerables. Los sellantes suelen aplicarse a los dientes de los niños, poco después de la erupción de los molares. Las personas mayores también pueden beneficiarse del uso de los sellantes dentales.
Con frecuencia, se recomienda el fluoruro para la protección contra las caries dentales, pues está
demostrado que las personas que ingieren fluoruro en el agua que beben o que toman suplementos de
fluoruro tienen menos caries. El fluoruro ingerido cuando los dientes se están desarrollando se incorpora dentro de la estructura del esmalte y lo protege contra la acción de los ácidos.
También se recomienda el fluoruro tópico para proteger la superficie de los dientes, lo cual puede incluir una pasta dental o un enjuague bucal. Muchos odontólogos incluyen la aplicación de soluciones tópicas de fluoruro (aplicadas a un área localizada de la dientes) como parte de las consultas de rutina.

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