Se define el síndrome de desacondicionamiento físico como el deterioro metabólico y sistémico del organismo como consecuencia de la inmovilización prolongada; conlleva la atrofia de las fibras musculares tipo I, fatiga muscular por menor capacidad oxidativa de la mitocondria, baja tolerancia al déficit de oxígeno y mayor dependencia del metabolismo anaeróbico.
Las alteraciones metabólicas se comienzan a observar en las primeras 24 horas de inmovilización.
Existen algunos factores que influyen sobre la magnitud del cambio dentro de los cuales los más sobresalientes son:
Severidad de la enfermedad o lesión,
Duración del periodo de reposo,
Patología concomitante como diabetes, desnutrición, etc.,
Reserva cardiovascular,
Edad y sexo.
Para prevenir y corregir estas alteraciones, es absolutamente necesario el iniciar un programa de rehabilitación en forma concomitante con el programa de soporte metabólico y terapia nutricional, asegurando una mejor utilización de los nutrientes que se le están aportando a estos pacientes.
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