Hace ya algún tiempo, hablé de dos tests genómicos en cáncer de mama Mammaprint y Oncotype que se están poco a poco implementando en la práctica oncológica habitual y que representan un cambio de paradigma en el tratamiento de cáncer de mama, ya que son tests predictivos que nos ayudan a tomar decisiones sobre la conveniencia o no de dar un tratamiento adyuvante como la quimioterapia. De hecho una institución del prestigio de NICE (National Institute for Health and Care Excellence) del Reino Unido admite la recomendación de realizar un Oncotype DX antes de tomar la decisión terapéutica de dar quimioterapia en sus guías de tratamiento del cáncer de mama infiltrante con receptores hormonales positivos.
Hasta ahora nos servíamos de la información obtenida por la anatomía patológica de la pieza del tumor y sus ganglios para obtener una serie de parámetros que se denominan factores de riesgo. Estos factores de riesgo se recogen de estudios realizados sobre pacientes de similares características y ver su evolución clínica. Además el patólogo nos da también otra información pronóstica a través de estudios denominados inmunohistoquímicos que determinan si un tumor sobrexpresa receptores hormonales de estrógenos y progesterona y el antígeno HER2 que nos permite aún más clasificar a las pacientes en subgrupos pronósticos y que en consecuencia derivarán a diferentes tipos de abordaje terapéutico personalizado.
La información obtenida por el patólogo es muy importante, incluso clave para las decisiones terapéuticas del clínico. Sin embargo en su visión bajo el microscopio lo que observa es un "fotograma" de la evolución tumor, no ve la "película" entera. Es decir, el patólogo sólo nos puede dar indicios de cómo acabará la película, pero con algunas incertidumbres en su desenlace. Los tests genómicos, estudian el genoma del tumor, donde se contiene toda la información del relato evolutivo del tumor y es por ello que reciben el nombre de tests predictivos. De este modo, con estos tests conseguimos una información de la que no podíamos disponer hasta ahora, cambiando completamente el modo de tratar a nuestros pacientes. Así, si el test nos dice que el riesgo de ese tumor concreto para desarrollar metástasis es bajo no administraremos quimioterapia.
Tanto Mammaprint como Oncotype DX son tests validados de primera generación y que deberían utilizarse por lo menos en los casos de riesgo intermedio donde existen incertidumbres acerca de la convenencia o no de dar quimioterapia a una paciente.
Pues bien, ahora se está desarrollando EndoPredict® como un test genómico de segunda generación para las pacientes con cáncer de mama con fenotipo luminal A, es decir con receptores hormonales positivos y HER2 negativo (el grueso heterogéneo de pacientes con cáncer de mama).
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