Mucha gente odia las celebraciones porque en cenas y fiestas se hace más presente la ausencia de los seres queridos. Se calcula que alrededor del cinco por ciento de los ciudadanos podría sufrir el
denominado como 'síndrome de la silla vacía', un problema que surge cuando las emociones por la
pérdida de un ser querido entran en conflicto con el ambiente festivo propio de las celebraciones
familiares y que pueden generar crisis o ansiedad.
En épocas señaladas o con motivo de algún acto sociofamiliar relevante se avivan los recuerdos de forma aguda y es normal sentir una cascada de emociones y sentimientos ante esa "silla" que queda vacía en el hogar. Ese sentimiento se hace presente no solo ante la pérdida de un ser querido sino tambien por un despido laboral, un traslado o un divorcio.
Bueno, eso sucede cuando los hijos se van de la casa...pero rápidamente hay que buscar la forma de aplacar esa ansiedad y transformar el recuerdo en algo divertido, anecdótico, risueño. Quedarse pegado en esos sentimientos negativos, tristes, hace cada día más difícil salir.
ResponderEliminarEn mi familia somos un poco raros. En la silla vacía ponemos la Ouija y hablamos con la persona ausente a través de ella.
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