El término disfagia procede del griego y significa dificultad para comer (formado por el prefijo griego “δυς” (dys) dificultad y del sufijo “φαγια” (phagia) la acción de comer).
Esa dificultad puede ser producida por el miedo irracional a tragar o atragantarse con comida, bebida o pastillas, entre otras muchísimas causas. Estaremos entonces ante la llamada fobia disfágica o fagofobia, (Swallowing phobia).
Es una entidad clínica que cuenta con escasas descripciones clínicas, y de hecho la primera data de 1978. Por ello no tiene una entidad diagnóstica propia reconocida en las clasificaciones internacionales englobándose en la DSM-IV-TR como una fobia especifica junto con las fobias a vomitar o a contraer una enfermedad.
No obstante, determinados autores consideran que esta patología merece una atención mayor dado que puede asociar complicaciones físicas y psiquiátricas importantes tanto a nivel físico (deshidratación, desnutrición, pérdida de peso), como psiquiátrico (tanto por actividades evitativas o depresivas secundarias como por su elevada comorbilidad).
Más frecuente en el sexo femenino se han descrito casos en todas las edades, apareciendo mayoritariamente en la edad media de la vida, generalmente asociada a un episodio traumático de atragantamiento. La comorbilidad con otros trastornos, principalmente ansiosodepresivos, trastornos de pánico u obsesivocompulsivos, es muy frecuente.
El tratamiento en nuestro medio es fundamentalmente psicológico: tratamiento cognitivo-conductual, solo o combinado con fármacos.
Es muy importante establecer un diagnóstico diferencial con enfermedades orgánicas o trastornos de la conducta alimentaria (de difícil diferenciación) que requieran terapias más especificas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario