miércoles, 15 de febrero de 2017

Crisis de pánico

Los ataques de pánico o crisis de ansiedad (también ataques de ansiedad o crisis de pánico) son períodos en los que se padece, de una manera súbita, temporal y aislada, un intenso miedo o temor o malestar intensos, con una duración variable: de minutos a horas.
La causa de este trastorno se desconoce, aunque los genes pueden jugar un papel. Otros miembros de la familia pueden tener el trastorno. Sin embargo, el trastorno de pánico a menudo ocurre cuando no hay ningún antecedente familiar.
El trastorno de pánico es dos veces más común en las mujeres que en los hombres. Los síntomas por lo general comienzan antes de los 25 años de edad, pero pueden ocurrir hacia los 35 años. El trastorno de pánico también se puede presentar en niños, pero no suele diagnosticarse hasta que son mayores.
Una crisis o ataque de pánico comienza de repente y con mucha frecuencia alcanza su punto máximo al cabo de 10 a 20 minutos. Algunos síntomas pueden continuar durante una hora o más. Un ataque de pánico se puede confundir con un ataque cardíaco.
Una persona con trastorno de pánico a menudo vive con miedo de otro ataque y puede sentir temor de estar sola o lejos de la ayuda médica.
Las personas con trastorno de pánico tienen por lo menos 4 de los siguientes síntomas durante un ataque:
  • Molestia o dolor torácico
  • Mareo o sensación de desmayo
  • Miedo a morir
  • Miedo a perder el control o de muerte inminente
  • Sensación de asfixia
  • Sentimientos de separación
  • Sentimientos de irrealidad
  • Náuseas y malestar estomacal
  • Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara
  • Palpitaciones, frecuencia cardíaca rápida o latidos cardíacos fuertes
  • Sensación de dificultad para respirar o sofocación
  • Sudoración, escalofrío o sofocos
  • Temblor o estremecimiento
Existen dos tipos de tratamiento para las crisis de pánico, pudiendo combinarse ambas:
a) Farmacológico: tratamiento con ansiolíticos y antidepresivos, obviamente bajo prescripción médica. Únicamente un psiquiatra está autorizado para recetar qué tipo de medicamentos y durante qué periodo se administrará la dosis del fármaco.
b) Psicoterapia: en lo que respecta a la terapia psicológica, algunas escuelas como la terapia cognitivo-conductual ha reportado una gran eficacia en este tipo de casos. El psicólogo podrá proveer un plan de intervención con el paciente donde se le sugiera diferentes formas de afrontar una crisis de pánico y enfrentarse cualquier situación temida por parte del paciente con herramientas y recursos para minimizar la ansiedad.
Para obtener mejores resultados una combinación de los dos tratamientos es ideal y lo más recomendable. Otras técnicas que escapen del campo científico pueden ser consideradas si el paciente encuentra gusto en practicarlas como son yogameditación, etc.
Finalmente en estos pacientes puede resultar fundamental el apoyo emocional. Como decía Sigmund Freud: «La ciencia moderna no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas palabras bondadosas».



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