jueves, 26 de mayo de 2016

Nevus melanociticos

Los nevus melanocíticos, nevus pigmentados o pecas, son lesiones cutáneas benignas muy frecuentes que se encuentran en la práctica totalidad de la población. Son proliferaciones anormales pero benignas derivadas de los melanocitos, las células responsables de la pigmentación normal de la piel. Pueden ser lesiones planas o bien sobreelevadas, y pueden tener un color variable desde sonrosado o color carne a morado, marrón oscuro o negro. El número de nevos melanocíticos que desarrolla una persona a lo largo de su vida es variable y se encuentra influenciada por factores genéticos y ambientales (especialmente el grado de exposición solar a que ha sido expuesta la piel). Son proliferaciones dinámicas que cambian a lo largo de la vida. Las pecas pueden oscurecer su color con la exposición solar o durante el embarazo. En la edad adulta tienden a perder progresivamente su pigmentación e incluso pueden desaparecer en edades avanzadas.
Los nevus melanociticos pueden asentarse a diferentes profundidades. Cuando aparece entre la epidermis y la dermis (unión dermo-epidérmica) se denominan nevus junturales. Acostumbran a ser lesiones planas de coloración marrón oscuro o negro. A medida que pasa el tiempo, los grupos de melanocitos (tecas) proliferan y se extienden hacia la dermis, denominándose nevus melanocíticos compuestos. Ocasionalmente pueden perder el componente juntural y localizarse exclusivamente en la dermis (nevos melanocíticos celulares, dérmicos o intradérmicos). Estas últimas lesiones suelen ser sobreelevadas y pueden perder completamente el pigmento. El color de un nevo melanocítico se relaciona con la localización del pigmento (melanina). Si la mayoría de las células pigmentadas se encuentran en la epidermis (zona más superficial de la piel) la coloración será marrón, mientras que si se localiza en la epidermis y en la dermis superficial, marrón oscuro o negro y, si los melanocitos del nevus se localizan en la dermis profunda,  la lesión adopta un color azulado (nevus azul).
De forma característica, los nevus melanocíticos son lesiones planas o sobreelevadas, asintomáticas, simétricas, de bordes bien delimitados, coloración regular y frecuentemente de diámetro pequeño (< 6 mm de diámetro).
La mayoría de lunares son totalmente benignos y no poseen ningún riesgo de malignización. A pesar de esto, debe plantearse la extirpación de un nevo melanocítico cuando:
  • Se evidencien cambios clínicos de sospecha (regla ABCDE): Crecimiento rápido, coloración y bordes irregulares, sangrado, etc.
  • Un nevo melanocítico que experimenta irritación o que se irrita a menudo (afeitado, ropas, etc.).
  • Nevos melanocíticos muy pigmentados en zonas de difícil control clínico (región genital, perianal, cuero cabelludo, etc.)
  • Motivos cosméticos (relativo)
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