Incumplir las indicaciones de los profesionales sanitarios supone un empeoramiento de la enfermedad, un incremento de la morbi-mortalidad, una disminución de la calidad de vida y un aumento del gasto sanitario.
El 57 por ciento de los pacientes no tiene una correcta adherencia a los tratamientos, lo que se traduce también en un mayor número de reingresos hospitalarios por cuadros agudos y, por tanto, en un mayor coste al Sistema Nacional de Salud (SNS). Con el objetivo de paliar este importante problema, en 2012 nació el Observatorio de la Adherencia al Tratamiento.
Para que se produzca la adhesión al tratamiento es necesario que se vislumbren en este proceso los momentos siguientes:
a) Aceptación convenida del tratamiento, entre el paciente y su médico, entendida como la relación de colaboración establecida entre médico y paciente, con vistas a elaborar la estrategia comportamental que garantiza el cumplimiento y la aceptación de esta por ambos.
b) Cumplimiento del tratamiento. Medida en que la persona ejecuta todas las prescripciones médicas indicadas por el terapeuta.
c) Participación activa en el cumplimiento. Grado de participación del paciente en la búsqueda de
estrategias para garantizar el cumplimiento.
d) Carácter voluntario de las acciones para el cumplimiento, entendido como la medida en que la persona participa en la ejecución de las acciones realizando los esfuerzos necesarios para garantizar el cumplimiento de las prescripciones.
La necesidad de abordar este problema de forma integral y coordinada por
los profesionales y pacientes del Sistema Sanitario obliga a un esfuerzo sobreañadido para evitar un deterioro de la salud de los ciudadanos.
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