martes, 30 de diciembre de 2014

Siringomielia


La siringomielia se caracteriza por el  desarrollo de un quiste lleno de líquido dentro de la médula espinal. Con el tiempo, el quiste puede agrandarse, causando daños a la médula espinal y causar dolor, debilidad y rigidez, entre otros síntomas. El término deriva de syrinx (tubo en griego).
Esta enfermedad es  infrecuente, cada año aparecen 8,4 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. En España podría haber unos 5.600  afectados siendo la prevalencia en los hombres el doble que en las mujeres.
La siringomielia puede ser congénita o adquirida y puede tener varias causas, aunque la mayoría de los casos de siringomielia se asocian con la malformación de Chiari, una enfermedad en la que sobresale el tejido cerebral en el canal espinal. Otras causas de la siringomielia incluyen tumores de la médula espinal, lesiones de médula espinal y el daño causado por una inflamación que rodea la médula espinal.

Si la siringomielia no está causando ningún problema, el control de la enfermedad puede ser todo lo necesario. Pero si produce síntomas /debilidad muscular, atrofia, pérdida de reflejos y de sensibilidad rigidez, dolor…), es posible que se necesite cirugía para la eliminación de la presión que la afección produzca.

Los síntomas de siringomielia suelen desarrollarse lentamente con el tiempo. Los síntomas pueden comenzar durante la adolescencia o en una edad temprana siendo adulto.

En algunas personas, la siringomielia puede convertirse en un trastorno progresivo y dar lugar a complicaciones graves. Leer más acerca de las complicaciones de la siringomielia.

Para diagnosticar la siringomielia, el médico comenzará por preguntar sobre su historial médico y realizar un examen físico completo. Ante la sospecha se realizará una resonancia magnética de la columna vertebral y de la médula espinal
El tratamiento de la siringomielia depende de la gravedad y la progresión de los signos y síntomas.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Ozonoterapia




El ozono es una forma alotrópica del oxígeno que presenta una molécula de oxígeno más que el propio oxígeno. La fórmula del ozono es O3, siendo la del oxígeno O2.
El ozono está presente en la atmósfera de modo natural. Y es un enérgico filtro de las radiaciones solares de alta frecuencia, porque absorbe la mayoría de los rayos ultravioleta del sol asegurando gracias a ello la vida en el planeta.
En medicina se usa una mezcla de O2/O3 que se denomina ozono medicinal. En esa mezcla el ozono se encuentra en concentraciones treinta veces inferiores a las que se usa en la industria (1-50 µg/mililitro de oxígeno).
Las concentraciones superiores a 1,2 µg/ml. son tóxicas por vía inhalatoria. La poca efectividad sistémica de las concentraciones menores de esta cifra y el alto riesgo de complicaciones llevó al desuso de la vía inhalatoria. Por este motivo, el Ozono Médico no es considerado como un Gas Medicinal.
Las superiores a 100 µg/ml. son tóxicas por vía parenteral, aumentando las posibles complicaciones según se sube la concentración.
A las concentraciones utilizadas se ha demostrado ausencia de efectos teratógenos y cancerígenos en animales de experimentación.
Las aplicaciones de la ozonoterapia, según sus defensores, vienen determinadas por sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas, de modulación del stress oxidativo y de mejora de la circulación periférica y la oxigenación tisular por lo que se utiliza en un amplio número de patologías en las que resulta de utilidad, sola o, habitualmente, como tratamiento complementario. Las concentraciones y modo de aplicación varían enormemente en función del problema a tratar, ya que la concentración de ozono determina el tipo de efecto biológico que produce y el modo de aplicación marca su ámbito de acción en el organismo. Es una terapia netamente natural, con pocas contraindicaciones y efectos secundarios mínimos, siempre que se realice correctamente.
La ozonoterapia se ha extendido en la medicina privada, pero la sanidad pública no la incluye entre sus prestaciones, cosa que no ocurre en países como Cuba, Alemania e Italia.
Los detractores de las terapias de Ozono  afirman que no existen las necesarias pruebas objetivas de la utilidad del ozono para el tratamiento médico.
La ozonoterapia en España no es enseñada en las Facultades de Medicina, no está instaurada en los centros hospitalarios públicos, existe una ausencia de trabajos científicos con resultados clínicos.
El 29 de noviembre del 2012 la American Cancer Society concluyó que no existe evidencia científica a favor de la Ozonoterapia como práctica terapéutica. Llama la atención la cantidad de patologías en las que se utiliza, lo cual hace que muchos profesionales desconfien y vean exclusivamente intereses mercantilistas y comerciales.

martes, 23 de diciembre de 2014

Plagiocefalia


La plagiocefalia es una deformidad craneal del bebé. Se entiende por deformidad craneal a cualquier deformación o alteración del crecimiento de la cabeza del bebé que se desarrolla durante los primeros 6 meses de vida, siendo las causas más importantes: la deformación de la cabeza durante el parto, la que se produce cuando el bebé pasa demasiadas horas acostado en la misma posición y la plagiocefalia posicional cuando el bebé pasa encajado en el canal pélvico varias semanas antes del parto.
Una plagiocefalia al igual que una braquicefalia es menos grave de lo que puede parecer a simple vista pero si no se trata a tiempo puede ocasionar trastornos visuales y auditivos. Para prevenir la plagiocefalia es necesario que al niño se le cambie la postura en la que duerme a menudo, girarle para un lado o para el otro de vez en cuando y no tenerle siempre boca arriba, cuando el niño esté despierto es recomendable ponerle a ratos boca abajo para que su cabecita descanse y a la vez ejercite los músculos del cuello.
 
Cumplidos los tres o cuatro meses de edad dependiendo del grado de severidad de la plagiocefalia, hay que añadir el uso de ortesis para intentar devolver la normalidad a la forma de la cabeza del bebé. Están fabricadas en un material plástico, es ligera, no da alergias y es muy bien tolerada por los pacientes pediátricos. Su uso es diario y constante, sólo se retira para el baño, para el aseo, los ejercicios del cuello y para vestirse.

La cirugía no suele ser necesaria, si se siguen los tratamientos ortopédicos anteriores. Únicamente surgirá la indicación quirúrgica se existe craneoestenosis o cierre prematuro de las suturas craneales

domingo, 21 de diciembre de 2014

Derrame de Morel Lavallée




Una contusión tangencial sobre determinadas regiones del cuerpo puede dar lugar a una colección subcutánea serosa límpida o translúcida que aparece súbita o lentamente; estas colecciones postraumáticas son relativamente raras, sin embargo han sido objeto de especial interés, sobre todo por cirujanos franceses, y llevan el nombre de derrames de Morel-Lavallée por ser éste quien hizo la primera descripción detallada en su tesis doctoral en 1848 y posteriormente un estudio minucioso atribuyendo estos derrames serosos postraumáticos a la acción de un agente traumático tangencial que produce un violento deslizamiento de los tegumentos sobre las estructuras profundas sin provocar lesión cutánea. Las regiones mas propensas son el dorso y los muslos, donde hay superficies aponeuróticas cubiertas por tegumentos que se deslizan fácilmente. Se ha achacado el derrame a filtración de plasma a través de los vasos estirados, a lesión de vasos linfáticos, a colecciones hemáticas en vías de organización, a exudación originada por reacción de tipo neurovascular que iría a coleccionarse en la cavidad virtual creada por el deslizamiento de tegumentos sobre tejidos profundos, en lugar de infiltrar los tejidos subyacentes.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Belonefobia, aicmofobia o tripanofobia



Las fobias se caracterizan por la evarseión obsesiva a algo o a alguien. Aicmofobia proviene del  término aichmé (punta, lanza) y phobos (miedo o temor), belonefobia, del término Belón (aguja) y tripanobobia de trypanón (taladro).  Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a las agujas y los alfileres. Todos, en mayor o menorgrado podemos tener miedo a los objetos punzantes pero es necesario para hablar de esta fobia que la intensidad sea desmedida.

Se trata de un trastorno bastante común, ya que cerca de un 10% de la población lo padece en algún grado. Las personas que experimentan esta fobia muestran miedo hacia objetos punzantes o cortantes, tales como las agujas, los cuchillos, las jeringas, las sierras o serruchos, las navajas o cualquier otro elemento que pudiera provocar heridas con sangre. A esta fobia se asocian la hemofobia (miedo a la sangre) y la traumatofobia (miedo a las heridas).

Si bien es normal que una persona experimente temor al verse atacada con un objeto punzante, o incluso al ver una escena de ataque en una película, esto no es más que la reacción del cuerpo ante una situación desagradable, de emergencia o peligro. Pero quienes sufren de belonefobia sufrirán ansiedad incluso en situaciones en que los objetos no representen una amenaza, como al tener que ir a un laboratorio para hacerse un examen de sangre, o bien al ver a alguien en la cocina manipulando un cuchillo. En casos extremos, las personas evitarán ver esos objetos y se rehusarán a manipularlos.

Las personas con esta fobia tienen grandes dificultades para asistir a las consultas médicas, ya que temen recibir inyecciones, o incluso al dentista ya que temen a que sus instrumentos puedan herir las encías. Las embarazadas con belonefobia también manifiestan muchas dificultades al momento de recibir las anestesias para el parto.

Los síntomas de estos pacientes pueden incluir los desmayos o desvanecimientos, el sudor en las palmas, mareo, palidez, náuseas, vértigo al ver la aguja. Se dice que puede tener componentes genéticos, ya que muchas veces estos fóbicos tienen en su familia a alguien con la misma fobia.

El tratamiento es a base de psicoterapia existiendo diferentes técnicas (terpaias cognitivas, terapias de exposición, desensibilización sistemática...)

domingo, 14 de diciembre de 2014

Resiliencia



Hoy nos adentramos en el campo de la psicología. La Resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, y ser transformados positivamente por ellas.Como dejo dicho Viktor Frankl: “El hombre que no ha pasado por circunstancias adversas realmente no se conoce bien”.

El término “resiliencia” proviene del verbo latino ‘resilio’, ‘resilire’, es decir, “saltar hacia atrás, rebotar, volver a entrar saltando, saltar hacia arriba, apartarse o desviarse”. 
 
La introducción del término en inglés resilient proviene, en cambio, de la física y alude a la capacidad que tienen algunos metales de recuperar su estructura tras una deformación. La psicología positiva habla actualmente de la capacidad de las personas o los grupos para sobreponerse al dolor emocional y continuar con su vida, incluso con una perspectiva superadora.

Cuando se apuestan cuerpo, mente y alma en un proyecto personal y no se alcanza el éxito, ¿cuál es la fórmula para reponerse del golpe y canalizar esa experiencia negativa con el objetivo de mejorar las futuras? A este proceso, los expertos lo suelen llamar resiliencia. Una ascenso otorgado a un competidor en la oficina, una presentación fallida, un reto del jefe frente a los compañeros por objetivos propuestos y no alcanzados, un despido por bajo rendimiento, el fracaso de un proyecto de equipo… El mundo del trabajo no es ajeno a las derrotas ni tampoco a los ejemplos de resistencia y de superación que existen en la vida misma.

Pese a lo que pueda parecer, la resiliencia no es cicatrización, sino la capacidad de salir mejor preparado de una experiencia negativa. Este proceso involucra cuestiones genéticas y también aquellas adquiridas a lo largo de las experiencias de vida. Esta segunda característica, en definitiva, abre el juego al entrenamiento. La resiliencia es la modulación de cuestiones genéticas para enfrentarse a la adversidad.

Siempre existe la posibilidad de trabajar en las personas para construir dicha capacidad en ellas. 

Cómo fortalecer la resiliencia

sábado, 13 de diciembre de 2014

Distrofia corneal de Meesmann


La distrofia corneal de Meesmann (MECD), llamada tambien distrofia epitelial juvenil hereditaria, es una forma rara de distrofia corneal superficial caracterizada por pequeñas opacidades bilaterales puntiformes, entre redondas y ovaladas, similares a una burbuja, en el epitelio central de la córnea, y, en menor medida, en la periferia de la córnea, con poco impacto en la visión.
La prevalencia de esta forma de distrofia corneal no se conoce ya que no existen registros de afectados.

Las lesiones se desarrollan durante la infancia (primera década). La MECD suele permanecer asintomática hasta una mediana edad, cuando se desarrollan: irritación ocular leve e intermitente, fotofobia, visión borrosa transitoria, y astigmatismo irregular. La enfermedad persiste durante toda la vida. En los casos graves, la cicatrización subepitelial provoca una opacificación corneal central ligeramente grisácea. La sensibilidad corneal es normal.

La distrofia corneal de Meesmann está causada por mutaciones en uno de los dos genes que codifican para las dos subunidades de la citoqueratina en el epitelio corneal.

Si se observa la córnea con la lámpara de hendidura puede apreciarse con claridad la presencia de pequeñas vesiculas en la porción más superficial de la córnea o epitelio. La microscopía óptica revela quistes intraepiteliales, y el epitelio puede aparecer engrosado y desorganizado. Histopatológicamente, la MECD se caracteriza por quistes intraepiteliales en diferentes niveles del epitelio corneal, que es irregular en grosor.

Los casos sospechosos de MECD deben diferenciarse de otros trastornos del epitelio corneal, como la queratitis por queratitis causada por nebulizadores, edema epitelial leve, y el patrón en ampolla de la distrofia de la membrana basal epitelial. La MECD y la distrofia cornealepitelial de Lisch tienen similitudes clínicas pero se diferencian fácilmente por los patrones de herencia: autosómico dominante versus recesivo ligado al X.

La MECD tiene un patrón de herencia autosómico dominante.

Se ha utilizado como tratamiento para la MECD la eliminación del epitelio corneal anómalo mediante fotoqueratectomia (phototherapeutic keratectomy -PTK), pero se trata de una intervención no curativa ya que la distrofia vuelve a aparecer en el epitelio regenerado.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)





  Degeneración macular
La retina es la zona del ojo encargada de captar y transmitir las imágenes en forma de impulsos nerviosos hasta el cerebro, de forma que algunas enfermedades de la misma pueden producir ceguera si no son detectadas y tratadas a tiempo.

La Degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una dolencia degenerativa de la mácula, la zona central de la retina, que sufre un deterioro progresivo de sus células y el epitelio pigmentario de la retina, provocando una pérdida de nuestra visión central.

La DMAE, a medida que avanza, reduce la visión central, lo que dificulta la
realización de tareas de detalle, como leer, conducir, reconocer rostros o marcar números de teléfono. Esta grave limitación visual incide directamente en la calidad de vida de los pacientes.

La enfermedad afecta a los mayores de 50 años y, especialmente a los mayores de 65. Se calcula que en España más del 10% de la población mayor de 65 años está afectada por la enfermedad, de la que cada año se registran cerca de 30.000 nuevos casos. Si las cosas siguen así, dado el aumento de la expectativa de vida, se calcula que hacia el 2020 habrá 7,5 millones de personas mayores de 65 años con DMAE en el mundo.

Existen dos formas de enfermedad: la DMAE seca, la más habitual, en la que se va atrofiando la mácula, y la húmeda, que se da en cerca del 15% de los pacientes de DMAE y en la que se produce un crecimiento anómalo de vasos debajo de la mácula que afecta bruscamente a la visaión. Actualmente, se intenta controlar el avance de la forma húmeda con fármacos intravitreos antiangiogénicos.

Para la DMAE seca no existe aún un tratamiento eficaz, aunque la administración de complejos antioxidantes consigue ralentizar la enfermedad. Además, se recomienda evitar el tabaco y mantener una dieta saludable, rica en antioxidantes naturales y productos ricos en Omega 3 para frenar su avance.

Recientemente un grupo de investigadores acaba de realizar un estudio, que se ha publicado en The Lancet, en el que han utilizado células madre embrionarias con dos pacientes octogenarias que habían perdido casi toda la visión a causa de la DMAE. Y los resultados conseguidos han sorprendido a los propios científicos.

En el estudio, dirigido por el oftalmólogo Steven D. Schwartz, del Instituto Jules Stein Eye de Estados Unidos, utilizaron este tipo de células madre para desarrollar en el laboratorio células del epitelio pigmentario -que forman parte de la zona exterior de la retina- y las inyectaron en el ojo derecho de una de las pacientes, que estaba prácticamente ciega y que, tras el tratamiento, declaró ser capaz de distinguir la hora en su reloj de pulsera.

Los científicos pretendían comprobar cómo se comportaban las células madre, y no esperaban una mejoría tan significativa en pacientes con la vista tan deteriorada. Sin embargo, y a pesar de los buenos resultados obtenidos con el experimento, los autores del estudio explican que todavía es pronto para considerar que el procedimiento empleado se pueda convertir en una nueva terapia contra la DMAE, y que es preciso realizar nuevos estudios que incluyan un mayor número de pacientes, y observar cómo evolucionan, para determinar si el tratamiento es seguro y efectivo.
 
Aunque no son bien conocidas las causas se sabe que en su origen intervienen diversas variables como la predisposición genética, la hipertensión y factores medioambientales, como los mencionados más arriba y la exposición prolongada a la luz.

Es conveniente, si se observa deformidad en la visión de las líneas rectas o un punto negro en la visión central, someterse a revisiones oftalmológicas periódicas a partir de los 50 años si se tienen antecedentes familiares o a a partir de los 65 si no los hay.
 

AVISO
ESTE ARTICULO NO CONSTITUYE SUSTITUTO ALGUNO AL ASESORAMIENTO DIRECTO Y PERSONAL POR UN PROFESIONAL DE LA

MEDICINA. Toda la información contenida en “Aragón y Medicina” tiene carácter informativo y está únicamente destinada a dar una información general sobre las

ciencias de la medicina y la salud pública. El autor Le recomienda consultar con un profesional de la medicina para aclarar sus dudas en relación con su estado de salud.





viernes, 5 de diciembre de 2014

Terapias biológicas



Algunas enfermedades como la psoriasis, la artritis reumatoide (AR)  o la espondilitis anquilosante, se originan porque "en el organismo se produce una respuesta inmune que es anormal y exagerada, y que libera determinadas sustancias que son las responsables del proceso inflamatorio. Con las terapias biológicas actuamos sobre esas sustancias que producen la inflamación o infección"  
Las terapias biológicas consisten en administrar medicamentos (los denominados modificadores de la respuesta biológica), clínicos, y que tienen en común tratar de resorber (o recombinar) consiguiéndose bloquear la acción del Factor de Necrosis Tumoral (sus siglas en inglés son TNF).

Entre estos medicamentos se encuentran el adalimumab, etanercept, infliximab, certolizumab pegol, o el golimumab. En general, éstos están considerados como la primera línea dentro de las terapias biológicas. Existen otros agentes biológicos que son utilizados como segunda línea, con otros mecanismos de acción distintos al bloqueo del TNF, que se reservan en caso de falta de respuesta o toxicidad a los anteriores como abatacept, tocilizumab, rituximab, anakinra o tofacitinib.



 El TNF es uno de los elementos implicados en el mantenimiento de la inflamación en pacientes con AR y es fabricado por células inflamatorias, estimula la coagulación y recluta otros leucocitos (glóbulos blancos) al sitio de la inflamación. El TNF, que es una de las citocinas (son mensajeros químicos diversos y potentes secretados por las células del sistema inmunológico—y representan la herramienta principal de las células T) más importantes del sistema inmunitario, es el mensajero de una proteína (metaloproteinasa) que es culpable de iniciar y magnificar la reacción de inflamación que padecen los pacientes de AR. 

El TNF es fabricado en las propias células del sistema inmunitario,especialmente en los macrófagos y en los linfocitos T cuando se detecta la presencia de un patógeno (agente infeccioso). 


El estímulo más potente para que se produzca TNF es el LPS (una molécula que se encuentra sobretodo en la pared celular de las bacterias gramnegativas y de otros microorganismos).

La producción de los TNF es importante para defender el organismo de infecciones, pero el problema surge cuando el organismo crea cantidades excesivas de TNF, siendo llevado por la sangre a otras partes del organismo, y su función protectora pasa a ser agresiva. 


El TNF es producido por células específicas - macrófagos y sinoviocitos (en el caso de las articulaciones) - que son las células del revestimiento sinovial. En la inflamación de la AR, los niveles den estar presentes tanto en el líquido de las articulaciones, como en el suero.

Como norma general los agentes biológicos no deben utilizarse en pacientes con infecciones graves y es imprescindible descartar tuberculosis antes de iniciar anti-TNF α, ya que una de las posibles complicaciones es la reactivación de la tuberculosis. Los anti-TNF tampoco están recomendados para personas que tienen linfoma o que han sido tratados por linfoma en el pasado. En líneas generales hoy se puede decir que, en el corto plazo (<5 años), los agentes biológicos están considerados como una terapia segura.