sábado, 30 de abril de 2016

Tartamudez en la infancia

La incorporación al lenguaje por parte del niño no es un fenómeno instintivo, como la necesidad de alimento, ni fruto del predecible desarrollo neurofisiológico del ser humano, sino un proceso “cultural” en un mundo hecho de palabras, que comienza por asignarle un Nombre que lo representa, desde donde poder configurar su “yo” y expresar sus ideas y sentimientos, o encontrar dificultades para ello, como en la tartamudez.
La adquisición del lenguaje es un proceso complejo, trascendental y arduo, a través del cual el bebé pasa de ser objeto de atención de los demás –dejándose hacer- a ir significándose como él mismo, a través de la palabra; algo que requiere ciertas renuncias, existiendo el riesgo de no culminarlo y quedarse “enganchado”. Según algunos estudios consutados aproximadamente uno de cada 20 niños desarrolla tartamudeo antes de cumplir cinco años de edad, pero sólo uno de cada 100 continuará con el trastorno hasta la adolescencia. El tartamudeo tiende a comenzar a alrededor de los tres años de edad. Cuatro de
cada cinco niños dejar de tartamudear sin intervención, a menudo en el curso de dos años. Pero uno de cada cinco seguirán tartamudeando de forma persistente y la terapia temprana puede ofrecer beneficios importantes.

Los síntomas de la tartamudez dependen de la etapa en que el niño desarrolle ese trastorno. Algunos
expertos en el tema determinan que la tartamudez tiene cuatro etapas:
1- La etapa de las repeticiones iniciales: Se trata de repeticiones y vacilaciones del niño que está
empezando su aprendizaje del lenguaje. Suele ocurrir alrededor de los 3 años de edad.
2- La etapa de las repeticiones convulsivas. Ocurre cuando el niño emite repeticiones más lentas y
espasmódicas. Es llamada de tartamudez de transición y suele ocurrir cuando el niño tiene 6 a 7 años.
3- La etapa confirmada. Cuando el niño habla sufre interrupciones evidentes, se enrojece y no emite
sonidos. Luego, vuelve a expresar un discurso aparentemente violento. Es la tartamudez confirmada. El niño es consciente de que su manera de hablar es un problema.
4- La etapa avanzada. Cuando el niño tartamudea, con movimientos asociados, e incluso presenta trastornos respiratorios.
Los síntomas consisten en:
- Repeticiones, bloqueos, y prolongaciones de sonidos, palabras, sílabas, etc.
- Alteración en la respiración
- Alteración en el tono de la voz
- Sentimientos de ansiedad, frustración,, vergüenza al hablar
- Temblores
- Aumento del ritmo cardíaco
- Aumento de la tensión muscular debido al esfuerzo para concluir lo que se quiere decir
- Movimiento asociados como muecas en la casa, movimientos de la cabeza, encogimiento de los
hombros, etc.
Desde Demóstenes con sus piedras en la boca se han realizado muchos tratamientos en busca de la fluidez con resultados positivos que solamente se dan en individuos concretos y a veces en periodos cortos de tiempo. Los que han tenido éxito suelen proponer el método que han seguido para aplicarlo de forma general; pero los resultados no han acompañado a las expectativas.
El tratamiento de ese trastorno es complejo al tratarse de una afección de etiología multifactorial. Su terapia va a depender de la etapa en la cual se encuentra. Se calcula que las dos terceras partes de los niños con alteraciones en la fluidez al hablar las superarán espontáneamente, sin necesidad de tratamiento,
 

pero es indispensable saber si se trata de un niño con riesgo futuro de tartamudez. Si se confirma el
diagnostico, se debe comenzar un tratamiento antes de los 6 años, cuando el lenguaje todavía no está
consolidado. A esta edad el cuadro clínico puede revertirse completamente.
La tartamudez infantil se puede curar perfectamente en el 80%, con tratamiento en Logopedia. El
tratamiento será más complejo en los casos de etapas más avanzadas. Consistirá en entrenar las
habilidades de fluidez del habla del niño, a través de un terapeuta del lenguaje, aparte de tratar los
aspectos conductuales del niño

jueves, 28 de abril de 2016

Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial. Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos


Tras la séptima revisión de la Declaración de Helsinki, aprobada el pasado 19 de octubre de 2013 en Brasil por la Asociación Médica
Mundial (AMM), se actualizaron los criterios éticos que deben presidir la investigación con seres humanos, la
Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos adoptaron un acuerdo sustentado en los siguientes
seis puntos:
1.La representación española en la Asamblea de la Asociación Médica Mundial ostentada por la OMC votó en contra de la redacción de los artículos, 28º y 33º de la 7ª edición de la Declaración de Helsinki, relativos al consentimiento y al uso del placebo en los ensayos clínicos. No se reconoce el contenido de la redacción de los artículos si se tiene presente la
ratificación o adhesión realizada por los diferentes países a la Convención sobre Derechos Humanos y la Biomedicina, firmada en Oviedo el 4 de abril de 1997, de obligado cumplimiento legal para unos o de marco ético de referencia en estas cuestiones para otros.
2.En su redacción, comprometen el principio ético del consentimiento y la realidad legal del mismo. Consideramos que se debe garantizar el respeto a los principios y derechos fundamentales, como la dignidad, la libertad o la intimidad de los seres humanos.
3.No es permisible en una sociedad avanzada y garante de los derechos de las personas que pueda ser posible la realización de experimentación en seres humanos en unas condiciones que no serían de igualdad o equidad en países denominados ricos y en los "otros" países pobres.
4.La investigación comparada con placebo, cuando existen intervenciones probadas y efectivas es contraria a nuestros principios
éticos.
5.El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, instará y desarrollará cuantas actividades y recomendaciones considere necesarias a fin de evitar los efectos indeseables de la aplicación de los mencionados artículos y con el fin de que la AMM reconsidere y adecue preceptivamente la redacción de los mismos en la nueva revisión de la Declaración de Helsinki.
6.Todo ello en interés de que los principios rectores de esta nueva declaración estén orientados en beneficio de la salud de las
personas y de la protección de la dignidad e identidad del ser humano, y la no discriminación.
La Asociación Médica Mundial (AMM) aprobó el pasado 19 de octubre,en Fortaleza (Brasil), la séptima revisión de la
declaración de Helsinki, que cumplirá su 50 aniversario en 2014.
La vocación de esta Declaración es consensuar para toda la humanidad un mínimo de postulados éticos, que den credibilidad y honestidad a los ensayos clínicos, y proteja a las personas objeto de investigación.
Si bien Europa y EEUU tienen sus códigos éticos de obligado cumplimiento para esta cuestión (en Europa es el denominado convenio de Oviedo, de 1997), la AMM implica a toda la humanidad, aunque llegando sólo al grado de recomendación, pues la diversidad de culturas hace difícil llegar a un compromiso mayor.
No obstante, esta declaración goza de un alto prestigio mundial, pues ha sido aprobada por todos los países integrantes excepto 10, entre los contrarios, España y Portugal. El problema que encuentran estos 10 países radica en los puntos 28 y 33 de
la declaración, que se refieren al consentimiento informado y a la comparación con placebo en los ensayos clínicos.
En ningún caso es aceptable la investigación comparada con placebo el uso del placebo por razones metodológicas y científicas, cuando existen intervenciones eficaces y probadas para el procedimiento investigado. Declaración de Bogota























miércoles, 27 de abril de 2016

El secreto del vino tinto


Distintos estudios científicos han demostrado que los habitantes de los países que siguen la dieta mediterránea y por tanto consumen vino en cantidades moderadas tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto llevó a la comunidad científica a estudiar este tema en profundidad, comparando los datos de diferentes países europeos con resultados en muchos casos sorprendentes y contradictorios. Tal fue el caso de Francia. Resultaba paradójico que los franceses mostrasen altos niveles de colesterol, (debido al consumo de mantequillas, natas y quesos) y, sin embargo, presentaran una mortalidad baja por problemas de corazón. A este hecho se le llamó " la paradoja francesa". Más tarde, se observó que los franceses a diferencia de los habitantes de los países nórdicos tomaban en las comidas
una copa de vino tinto.
Investigadores del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM, en sus siglas en inglés) han descubierto el mecanismo molecular que explica los beneficios para la salud arterial que ofrece el consumo de vino tinto, según las conclusiones publicadas en el último número de la revista científica 'PLoS One'.
La investigación se ha llevó a cabo en ratones y estuvo centrada en estudiar los efectos de los polifenoles del vino , un grupo de sustancias químicas que provocan un efecto vasodilatador gracias a la producción de monóxido de carbono de las células endoteliales que recubren la pared arterial.
En concreto, este equipo de científicos ha comprobado que es un tipo de polifenol, la delfinidina, el que activa un receptor de estrógeno del subtipo alfa y desencadena la producción de óxido nítrico que provoca dicha "relajación vascular"
De hecho, cuando estos roedores fueron desprovistos de dicho receptor dicha disminución de la presión arterial no se produjo lo que prueba que para obtener estos beneficios es precisa la presencia del citado receptor de estrógeno.
Para completar este hallazgo, Chapolin y su equipo probaron con un medicamento contra el cáncer, fulvestrant, que actúa como inhibidor de este receptor y dificulta la capacidad de las arterias para dilatarse.
El efecto cardiosaludable del vino tinto, en dosis moderadas, es algo que ya los cardiólogos conocían, que actúa como inhibidor de este receptor y dificulta la capacidad de las arterias para dilatarse. Según este experto, se abren nuevas vías sobre el "potencial terapéutico de los polifenoles en las enfermedades cardiovasculares".
El efecto cardiosaludable del vino tinto, en dosis moderadas, es algo que ya los cardiólogos conocían. Por tanto estos estudios franceses vienen a aportar más consistencia científica al consumo de este producto.
El prestigioso cardiologo español Valentin Fuster ha dicho: "Se han hecho estudios que sugieren que beber vino tinto, cuando no es en exceso, puede resultar un elemento preventivo del mal cardíaco. Tal vez, por su efecto antioxidante. Lo cierto es que en los países mediterráneos, que tienen una dieta alimenticia muy variada en la que se incluye el vino, se dan menos enfermedades del corazón".
Además, el vino tiene una acción antiespasmódica, activa la secreción biliar, se le conoce una acción antibacteriana, posee acción antihistaminica, aporta minerales como el magnesio, el zinc, el litio, el calcio y el potasio, palia la pérdida de memoria . Todos estos beneficios se producen con dosis moderadas, nunca más de 30 gramos al día.






























































martes, 26 de abril de 2016

Hamartoma mamario

Los hamartomas mamarios se pueden designar también como fibroadenolipomas, lipofibroadenomas o adenolipomas. Son tumoraciones mamarias benignas, individuales, de consistencia firme y de límites netos macroscópicamente que se originan del lobulillo mamario. Representan una entidad muy poco frecuente, si bien es cierto que los datos de incidencia y prevalencia son variables. Su pequeño tamaño y su consistencia semejante al tejido mamario normal hacen difícil su diagnóstico durante la exploración clínica por lo que se considera infradiagnosticado. También puede pasar inadvertido al patólogo, ya que están formados por una cantidad de tejido mamario no patológico, pero con una disposición desordenada.
Por lo general, los hamartomas tienen 3 formas clínicas de presentación sobre la glándula mamaria de la mujer. En numerosos estudios su hallazgo fue ocasional, al comportarse de forma asintomática, y se diagnosticó durante una campaña de cribado mamográfico o durante un examen ginecológico sistemático. De manera más frecuente, la mujer consulta por un nódulo mamario doloroso y de crecimiento lento. En otras ocasiones, y sobre todo en pacientes jóvenes, el motivo de consulta es un agrandamiento progresivo e indoloro de la glándula mamaria afectada que conduce a una notable asimetría.
Aunque el diagnóstico de sospecha puede ser clínico, en la mayoría de las pacientes se efectúan estudios por imagen, que ayudan a confirmar dicha afección. Habitualmente el principal método de diagnóstico radiológico se basa en la aportación mamográfica, a pesar de que se escapan a su detección un porcentaje de tumores próximo al 30%. La ecografía y el estudio citológico realizado a partir de una punción-aspiración no tienen un papel diagnóstico relevante a la vista de la precisión de los estudios mamográficos. En consecuencia de lo expuesto y como en la mayoría de las enfermedades intramamarias, el diagnóstico de certeza de este tipo de tumores se resume en la sospecha mamográfica, la extirpación quirúrgica y el estudio histológico.
El tratamiento básico consiste en la exéresis de la lesión. No se han descrito recidivas tras una correcta extirpación. Sin embargo, no todos los hamartomas que se diagnostican con signos mamográficos específicos son subsidiarios de tratamiento con cirugía.
En virtud de la gran variación de tamaño que ofrece este tipo de tumor, las técnicas quirúrgicas que se pueden emplear son de diferente complejidad. Tamaños pequeños y medianos se solventan con la exéresis simple mediante enucleación; el tejido circundante se adaptará al defecto de espacio dejado. Tamaños grandes y gigantes que ocasionan graves asimetrías mamarias requieren una fina valoración para mantener la estética de la mama restante. En estos casos se emplean técnicas del tipo de la mastectomía subcutánea, con reconstrucción inmediata con prótesis de silicona, la tumorectomía con mamoplastia de reimplantación del complejo aréola-pezón o procedimientos quirúrgicos de mastopexia
Por otra parte, y en los hamartomas en los que coincide una enfermedad tumoral ductal o lobulillar, se aplicarán los protocolos específicos de cirugía oncológica según el grado de infiltración. Así, la cirugía conservadora se completará con la realización de una linfadenectomía axilar reglada, y posteriormente se utilizarán tratamientos oncológicos adyuvantes mediante radioterapia, quimioterapia u hormonoterapia, según corresponda.

lunes, 25 de abril de 2016

Embarazo y actividad física

La práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección
postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.
Así mismo disminuyen las molestias digestivas y el estreñimiento, favorece el retorno venoso, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables. Mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional, pudiendo ser empleado como tratamiento alternativo que permitiría disminuir o incluso suprimir el uso de insulina. Acorta el tiempo de hospitalización postparto y reduce el número de cesáreas.
El nivel de adaptación al ejercicio físico previo al embarazo será un factor determinante en la tolerancia y posibilidades de realizar actividad física: a mayor adaptación aeróbica, mayor eficiencia cardiorrespiratoria y energética, mejor vascularización de los tejidos y mayor capacidad de eliminar calor.

La prescripción de ejercicio físico deberá ser individualizada y sometida a controles médicos
regulares. Se evitaran los ejercicios de equilibrios, con riesgo de caidas o traumatismo abdominal, la
posición estática durante tiempo prolongado, los cambios bruscos de posición por el riesgo de mareos o caidas y se restringirá maniobras de contención respitoria (Maniobra de Valsalva) pues reducen la oxigenación fetal.

Se utilizara ropa y calzado deportivo idóneo y cómodo. El ejercicio se llevara a cabo sobre superficies adecuadas que no resbalen (aquellas que reducen el impacto de la pisada: suelos de madera, alfombras, colchonetas etc.
Se aconseja beber líquido y comer de una forma suficiente y adecuada. Las necesidades calóricas
aumentan en la gestación 300 kilocalorías/día y a ellas hay que sumar las propias del ejercicio. La sed no es un buen indicador del grado de deshidratación y se instará a la gestante a beber antes, durante y después del ejercicio físico. El apetito y la sensación de hambre también pueden verse afectados por las hormonas del embarazo. Por ello, conviene una vigilancia estricta de la nutrición con un adecuado aporte de minerales, sobre todo hierro, calcio y suplementos vitamínicos.
Para una mayor información personal es conveniente consultar con el obstetra o la matrona que adaptará el ejercicio a cada caso particular.

jueves, 21 de abril de 2016

Síndrome del corazón roto

La frase «se me ha roto el corazón» no es tan poética como parece. Una ruptura, la muerte de la pareja o un disgusto grave pueden ponernos al borde de un ataque cardiaco. En la inmensa mayoría de las ocasiones, por suerte, de carácter leve.
El síndrome de disfunción apical transitoria o miocardiopatía por estrés tipo Takotsubo o Tako - Tsubo
fue descrita por primera vez en el año 1990 por Sato y cols. como una forma clínica de presentación aguda caracterizada por dolor precordial de tipo anginoso acompañado de elevación del segmento ST, sin evidencia de obstrucción coronaria por angiografía.
El Takotsubo (del japonés Tako, pulpo y Tsubo, olla) es una ánfora especialmente diseñada para la captura de pulpos, que tiene la forma abombada con el cuello estrecho. Su apariencia, similar a la de un «reloj de arena», se asemeja a la que adopta el corazón cuando se infarta de golpe, ante una mala noticia o cualquier acontecimiento inesperado que genera angustia, tristeza y desasosiego.
El síndrome que nos ocupa es una de las enfermedades del corazón que afectan mayoritariamente a mujeres ya que entre el 90 y 95% de los casos que se registran lo sufren personas de género femenino.
El paciente estándar sería una mujer posmenopáusica de entre 60 y 75 años, con pocos o ningún factor de riesgo cardiovascular (es decir, no fumadora, con colesterol, tensión y azúcar normales) y que sufre un episodio de gran estrés (psíquico o físico). Los estreses psicológicos más frecuentemente asociados a este cuadro son la muerte de un familiar, el diagnóstico de una enfermedad grave, los cada vez más frecuentes problemas económicos (incluyendo la pérdida del empleo y las pérdidas relacionadas con el juego), el miedo (robo a mano armada, hablar en público), la ira (discusiones con el cónyuge), los conflictos en las relaciones matrimoniales (separaciones, divorcios) y los problemas financieros. Los estreses físicos incluyen enfermedades agudas como el ictus, los ataques de asma y tratamientos como las cirugías o la quimioterapia. Aunque se ha investigado mucho sobre el tema, se desconoce por qué es tan frecuente entre las mujeres. Pero, por suerte, se recuperan completamente en 3 o 4 días y no sufren ningún tipo de secuela.
Antiguamente, los cardiólogos se “reían” cuando oían que alguien se había muerto de un susto o de disgusto. Hoy, sin embargo, saben que es muy difícil que le pase a un hombre, pero no tanto que le ocurra a una mujer. En algunas ocasiones esta patología se confunde con el infarto, porque la presentación clínica es similar. Un 2% de los infartos que se registran en la población femenina corresponden al  ‘síndrome del corazón roto’ y se producen por la brutal descarga hormonal que puede llegar a desatar una situación de angustia extrema.
Lo que ocurre con esta dolencia es que una persona, al recibir una mala noticia, se enfrenta a un nivel de estrés instantáneo tan brutal que comienza a segregar hormonas de activación como la adrenalina o la noradrenalina que hacen que el corazón se contraiga de tal manera que los síntomas que muestra son los propios de un infarto. En general las personas que sufren este problema se recuperan, aunque también se puede llegar a reproducir.
Con estos síntomas en la mano, cuando alguien comenta que ha sufrido «un susto de muerte» o que la novia le ha «partido el corazón», puede que la frase sea de lo más literal. A raíz de un reciente caso, España ha sido el primer país del mundo donde se ha descrito el síndrome de muerte súbita tras detención policial, que podría ser, con toda seguridad, una variante de la miocardiopatía por estrés.


Takotsubo

lunes, 18 de abril de 2016

El móvil y sus peligros

Mucho cuidado con su móvil. Especialmente un móvil cargado de aplicaciones y programas. Porque es peligroso. Eso sí, olvídese de las radiaciones o del cáncer, porque ese riesgo está lejos de poderse demostrar científicamente. Concéntrese en los verdaderos problemas que le puede acarrear el mal uso de su teléfono inteligente, señalados por estudios serios que llaman la atención sobre algunos riesgos reales.
Una revisión de la literatura científica indica que si utilizas indebidamente el móvil puedes matarte al volante, perder un buen pedazo de tu vida, estresarte en exceso, suspender el curso, sufrir sexo inseguro, ser atropellado e incluso padecer dolores de cuello. Sirva como ejemplo lo siguiente: En España, el país de la UE con mayor porcentaje de teléfonos inteligentes (66%), las distracciones son la primera causa de accidentes en carretera. Provocaron 33.000 accidentes con heridos en 2010 y 650 muertos en 2011. Y la mayoría de estas distracciones fueron culpa del móvil, según un estudio del Race. No en vano, contestar mensajes al conducir equivale a conducir completamente borracho, como mostró un trabajo reciente de la Universidad de Barcelona.
Todas las situaciones apuntadas anteriormente nada tienen que ver con el peligro de las radiaciones que, según la OMS, "hasta la fecha, no se han encontrado efectos adversos para la salud".

viernes, 15 de abril de 2016

Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, creado en el año 2004 es un Centro dependiente de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación (DGSPCI) del Ministerio de Sanidad, Servicios Social e Igualdad que tiene como función: coordinar la gestión de la información y apoyar en la respuesta ante situaciones de alerta o emergencia sanitaria nacional o internacional que supongan una amenaza para la salud de la población. El CCAES es, además, la unidad responsable de la elaboración y desarrollo de los planes de preparación y respuesta para hacer frente a las amenazas de salud pública.
El CCAES realiza una búsqueda diaria y sistemática de información en diferentes fuentes tanto oficiales como informales (medios de comunicación, foros especializados, Internet...) con el objeto de detectar situaciones y/o eventos que puedan suponer una amenaza o riesgo para la salud pública en España.
Además, el CCAES recibe notificaciones, a nivel nacional, de los sistemas nacionales de alertas y de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, así como comunicaciones y consultas de organismos
nacionales e internacionales como la Organización Mundial de la Salud o el Centro Europeo de
Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) sobre cualquier situación o evento que pueda constituir un riesgo para la salud pública nacional o internacional.

jueves, 14 de abril de 2016

Acción del ruido sobre la salud

El sonido es algo consustancial con la vida. La vida en sociedad y el desarrollo consecuente nos obligan a vivir en un entorno en el cual el mundo de los sonidos se vuelve agresivo para el hombre, de manera que se puede considerar al ruido como un importante contaminante en la actualidad, dando lugar a una clara patología específica.
Los efectos nocivos del ruido sobre la audición se conocen desde hace siglos. La referencia más antigua sobre el efecto del ruido en la audición, es una observación registrada en el siglo I de n.e. por Plinio el viejo en su "Historia natural", cuando menciona que la gente que vivía cerca de las cataratas del Nilo "quedaba sorda". A finales del siglo XIX, con el advenimiento de la máquina de vapor y la iniciación de la era industrial, aparece el ruido como un importante problema de salud pública. En esta etapa comienza a documentarse la sordera de los trabajadores expuestos, como los forjadores y los soldadores. Fosbroke, en 1831, mencionó la sordera de los herreros y Wittmarck hizo lo propio en 1907, al mostrar el efecto histológico del ruido en el oído; en 1927, McKelvie y Legge informan acerca de la sordera de los algodoneros; en 1939, Lars describe la sordera de los trabajadores en astilleros y, en 1946, Krisstensen se refiere a la sordera de los aviadores y de los tripulantes de submarinos
Las consecuencias del ruido sobre la salud las podemos dividir en : reacciones fisiopatológicas, psicológicas y lesivas.
Las reacciones fisiopatológicas, son aquellas que afectan físicamente al organismo en sus funciones y entre ellas cuando los ruidos producen más de 60 decibelios son: aceleración de la respiración y del pulso, aumento de la presión arterial, disminución del peristalismo digestivo, que ocasiona gastritis o colitis, problemas neuromusculares que ocasionan dolor y falta de coordinación, disminución de la visión nocturna, aumento de la fatiga y dificultad para dormir, entre otros.
Con respecto a los cambios psicológicos, se ha observado que ante el ruido excesivo y constante,
disminuye la concentración, la efectividad y la productividad y aumenta la frecuencia de accidentes de trabajo, la irritabilidad y los estados histéricos y neuróticos.
En cuanto a los lesivos, o sea a los que ocasionan daños orgánicos, cuando una persona está expuesta a más de dos horas diarias a un ruido excesivo, se producen lesiones de mayor o menor gravedad en el oído.
Inicialmente los daños pueden recuperarse en alrededor de 10 días, pero con una exposición más
prolongada, las lesiones son irreparables y la sordera se va desarrollando de forma crónica y permanente.

Entre los efectos físicos más serios está la pérdida auditiva o presbiacusia que afecta principalmente a personas mayores y la socioacusia (incapacidad para la comunicación personal, se reduce la calidad de vida del ser humano y su socialización) que es medible después de algunos años. Otra de las consecuencias es la presencia de acufenos o la percepción de ruidos en los oidos o en la cabeza sin la presencia de una causa externa que los produzca. Este efecto se presenta después de una intensa agresión acústica

martes, 12 de abril de 2016

Urgencias y emergencias hipertensivas

La hipertensión arterial constituye una de las afecciones crónicas más frecuentes en la sociedad occidental. La prevalencia oscila en nuestro país entre el 20 y el 30 % de la población general, aumentando incluso hasta el 60 o el 70 % en los mayores de 65 años.
La importancia de la hipertensión arterial radica en la relación existente entre esta y los eventos cardiacos y cerebrovasculares.
Si se consideran las urgencias hipertensivas su prevalencia se sitúa entre el 1 y el 7 % del total de las urgencias entendidas en medios ambulatorios y hospitalarios. En el ámbito rural, la relación urgencia hipertensiva/emergencia hipertensiva se calcula que puede ser 50/1, muy alejada de lo establecido por otros grupos que observan que la relación de urgencias hospitalarias entre unas y otras fue de 3/1. Si solo tenemos en cuenta los medios hospitalarios la prevalencia se sitúa en el 7%, llegando en algún estudio hasta el 25 % del total de las urgencias hipertensivas.
Pero aclaremos algunos de los conceptos que se manejan pues existe una importante confución terminológica. La crisis hipertensiva es toda elevación tensional aguda que motive una consulta
médica urgente. De una forma arbitraria y poco académica sería toda elevación grave de la presión arterial diastólica superior a los 120-130 mmHg o de sistólica por encima de 210 mmHg.
Y basándonos en una clasificación más consensuada cabría distinguir entre emergencias hipertensivas que serían aquellas elecaciones tensionales acompañadas de lesión en los órganos diana (corazón, cerebro, riñón...) y que entraña un compromiso vital inmediato. Son situaciones que requieren un control inmediato hospitalario y la administración de medicación por via parenteral. Por el contrario, las urgencias hipertensivas relativas cursarían sin lesión de esos órganos diana
aunque cursen con alguna sintomatología leve y permitiendo una corrección gradual entre las 24-48 horas siguientes del comienzo de la elevación tensional, mediante la administración de un fármaco oral. Finalmente las Falsas Urgencias Hipertensivas
que se caracterizan por elevaciones de la tensión arterial producidas por estados de excitación o de ansiedad. No precisan de tratamiento especifico y ceden con la desaparición de la causa que las motivo.

lunes, 11 de abril de 2016

Síndrome de Moya Moya


El síndrome de Moya Moya es una rara enfermedad cerebrovascular descrita en la década de los años cincuenta del siglo pasado en Japón que predispone a los pacientes afectados a sufrir ictus en relación con una progresiva estenosis de la arteria carótida interna y sus ramas principales (en la llamada porción T de
la carótida interna). La reducción del flujo sanguíneo en los vasos principales de la circulación anterior del cerebro conduce al desarrollo compensatorio de circulación colateral a través de las pequeñas ramas
penetrantes de la arteria carótida interna, la cerebral media y la cerebral anterior (es raro que se afecte la circulación posterior) Se forman así prominentes canales anastomóticos, telangiectasias basales que aparecen en las angiografías como volutas de humo (parece ser que este es el significado en japonés del término   moya moya) (Scott et al; 2009)




domingo, 10 de abril de 2016

Esclerosis tuberosa

La esclerosis tuberosa, tambien conocida como Síndrome de Bourneville Pringle es un trastorno genético poco frecuente que causa el crecimiento de tumores no cancerosos en el cerebro y otros órganos. La esclerosis tuberosa es hereditaria. Los cambios (mutaciones) en dos genes, TSC1 y TSC2, son responsables de la mayoría de los casos de esta afección.
Los síntomas varían dependiendo de la ubicación de los tumores. Entre los síntomas comunes se
encuentran: Problemas con la piel, como zonas de piel claras y gruesas, Convulsiones, Problemas de
conducta, discapacidades del aprendizaje, retraso mental y problemas renales, cardiacos o del sistema
nervioso.
Algunas personas tienen signos de esclerosis tuberosa al momento de nacer. En otras el desarrollo de los síntomas puede tomarse más tiempo. Algunos pacientes tienen una forma leve de la enfermedad, mientras que en otros se producen discapacidades severas. En casos raros, los tumores en los órganos vitales u otros síntomas pueden arriesgar la vida.
El diagnóstico de esta enfermedad se basa en las manifestaciones clínicas. La esclerosis tuberosa no tiene cura, pero hay tratamientos que ayudan a disminuir los síntomas. Las opciones incluyen medicinas, terapia educacional y ocupacional, dermoabrasión y cirugía.
No existe ningún tratamiento específico para la esclerosis tuberosa. Debido a que la enfermedad puede diferir de una persona a otra, el tratamiento se basa en los síntomas. Dependiendo de la gravedad de la discapacidad mental, el niño puede necesitar educación especial.
Algunos ataques son controlados con medicación. En otros casos, se puede necesitar cirugía.
Los tumores pequeños (adenoma sebáceo) en la cara se pueden eliminar mediante tratamiento con láser.
Estos tumores tienden a reaparecer y será necesario repetir el tratamiento.
Los rabdomiomas desaparecen normalmente después de la pubertad, por lo que la cirugía para eliminarlos generalmente no es necesaria.
Los tumores cerebrales se pueden tratar con medicamentos llamados inhibidores de mTOR (por sus siglas en inglés).
Los tumores renales se tratan con cirugía o reduciendo el riego sanguíneo mediante técnicas radiográficas especiales. Los inhibidores de mTOR se están estudiando como otro tratamiento para los tumores renales.


AVISO
ESTA NOTA NO CONSTITUYE SUSTITUTO AL ASESORAMIENTO DIRECTO Y PERSONAL POR UN PROFESIONAL DE LA MEDICINA. Toda la
información contenida en “Aragón y Medicina 2” tiene carácter informativo y está únicamente destinada a dar una información general sobre las ciencias de la medicina y la
salud pública. El autor le recomienda consultar con un profesional de la medicina para aclarar sus dudas en relación con su estado de salud.

sábado, 9 de abril de 2016

Síndrome de Solomon

En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una
prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron (sin
saberlo) en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase de un colegio se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban compinchados con Asch. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto participaban en la misma prueba de visión que él.
Haciéndose pasar por oculista, Asch les mostró tres líneas verticales de diferentes longitudes, dibujadas
junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo.
Entonces Asch les pidió que dijesen en voz alta cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra
dibujada justo al lado. Lo organizó de tal manera que el alumno que hacía de “Cobaya” del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.

La respuesta era tan obvia y sencilla que apenas había lugar para el error. Sin embargo, los siete
estudiantes compinchados con Asch respondían uno a uno la misma respuesta incorrecta. Para disimular
un poco, se ponían de acuerdo para que uno o dos dieran otra respuesta, también errónea. Este ejercicio se repitió 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento. A todos ellos se les hizo comparar las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.
El resultado fue que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas la veces que les preguntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Tanto es así, que los alumnos “cobayas” respondieron incorrectamente más de un tercio de las veces para no ir en contra de la mayoría. Una vez finalizado el experimento, los 123 alumnos voluntarios reconocieron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a
equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.
El síndrome de Solomon: “Por una parte, revela nuestra falta de autoestima, y por otra, que formamos parte de una sociedad que tiende a condenar el talento y el éxito ajenos”.
El síndrome de Solomon pone de manifiesto el lado oscuro de nuestra condición humana. Por una parte,
revela nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, creyendo que nuestro valor como
personas depende de lo mucho o lo poco que la gente nos valore. Y por otra, constata una verdad
incómoda: que seguimos formando parte de una sociedad en la que se tiende a condenar el talento y el éxito ajenos. Aunque nadie hable de ello, en un plano más profundo está mal visto que nos vayan bien las cosas. Y más cuando, en plena crisis económica, con la precaria situación que han padecido y padecen millones de
ciudadanos.
La conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus
pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”
(Solomon Asch)

miércoles, 6 de abril de 2016

Síndrome de Peter Pan

Abandonamos de forma momentánea el campo de la medicina y entramos en el terreno de la psicología para describir un síndrome presente en muchos de los que nos rodean.
El nombre del síndrome proviene del conocido personaje de la literatura infantil creado por James Matews Barrie. No obstante, la primera vez que se relacionó el nombre de Peter Pan con un problema emocional fue en el año 1966, cuando el psiquiatra Eric Berne lo utilizó para indicar al niño que todo adulto lleva dentro y que sólo se preocupa por satisfacer sus propias necesidades. Posteriormente, en el año 1983, el psicólogo norteamericano Dan Kiley observó que algunos de sus pacientes no querían crecer, se negaban a aceptar las responsabilidades implícitas a la edad adulta agrupando los comportamientos que éstos presentaban bajo el nombre de ‘Síndrome de Peter Pan’.
Desde entonces, el síndrome de Peter Pan es definido como el conjunto de características que sufre una persona que no sabe o no quiere aceptar las obligaciones propias de la edad adulta, no pudiendo desarrollar los roles (padre, pareja, etcétera) que se esperan según su ciclo vital o circunstancias personales.
El síndrome de Peter Pan es más frecuente en varones y habitualmente se asocia a problemas para proporcionar seguridad a otra persona, ya que ellos mismos son los que necesitan sentirse protegidos por otros. Este hecho les incapacita en gran medida, ya que lastra su desarrollo personal y dificulta sus relaciones sociales, asociándose con sentimientos de soledad y sensación de dependencia
Aunque Peter Pan pudiera vivir en un mundo de fantasía, las personas que lo imitan no.
El síndrome de Peter Pan trae consigo importantes alteraciones emocionales y conductuales. A nivel emocional son frecuentes los niveles de ansiedad elevados y de tristeza, pudiendo adoptar estos últimos la forma de depresión cuando no son tratados. Al mismo tiempo, la persona se siente poco realizada con su vida, ya que el no asumir responsabilidades le hace también no disfrutar de los retos, lo que indudablemente repercute en sus niveles de autoestima.
Finalmente, en los casos más extremos y extravagantes, podrían aparecer trastornos del pensamiento como el delirio, si bien en estos casos, muy probablemente exista una alteración psiquiátrica que la justifique.

 

















martes, 5 de abril de 2016

Mamas tuberosas o tubulares

Las mamas tuberosas se producen por una anomalía en el desarrollo mamario. Reciben múltiples tipos de denominaciones ( mamas tubulares, tuberosas, constreñidas…) pero probablemente la más descriptiva sea el de mamas con un “defecto en su base de implantación”.  Estas anomalías  de la mama se producen porque durante el desarrollo de las mismas, estas crecen a partir de una base de implantación en el tórax más estrecha de lo normal, no abarcando la parte más medial e inferior de la mama. El desarrollo de las mamas a partir de esta base de implantación deficiente ocasiona que estas no puedan crecer adecuadamente en su porción más medial e inferior, y que su aspecto al final del desarrollo sea el de unas mamas demasiado separadas, con un polo inferior corto y con una forma, en mayor o menor medida, “tubular”. Además, como estas mamas solo pueden desarrollarse en su aspecto más central, suelen tener las areolas demasiado grandes y dilatadas.
En un alto porcentaje de casos estas mamas son además asimétricas, de manera que en una mama la anomalía es más acusada que en la otra o existen evidentes diferencias de volumen. En algunas ocasiones solo una mama presenta la anomalía y la otra tiene un aspecto normal.

La corrección de la mama tuberosa, exige la realización de una remodelación glandular completa durante la cirugía. Dicha remodelación comienza con la reducción del diámetro de la areola y termina, con la fragmentación de la banda de constricción o brida en el polo inferior de la mama, para permitir la distensión cutánea y el desarrollo de la parte inferior de la mama.
En la mayoría de los casos el procedimiento se completa con la implantación de una prótesis anatómica, que además de aumentar el volumen de la mama ayuda en la remodelación de la misma, especialmente a nivel del polo inferior.
Las pacientes, han denominado a esta cirugía “la técnica del paraguas”, creemos que es una metáfora, que aunque simple, puede ayudar en su comprensión; imaginemos un paraguas cerrado y atado (la mama tuberosa); la cirugía consiste en desatar el paraguas (eliminar las bridas de tejido que aprisionan la glándula) y abrir posteriormente el paraguas, (redistribuyendo la glándula).

Aunque sólo es una irregularidad cosmética, las mujeres que sufren de mamas tuberosas en su grado más desarrollado, afecta de una forma importante la estabilidad emocional, alterando su manera de relacionarse, pueden llegar a padecer muchos complejos e inseguridades, a menudo puede causar baja autoestima, lo que podría conducir a otros problemas relacionados con la salud mental.
En lugar de estar avergonzadas o cohibidas, muchas mujeres optan por la cirugía plástica para mejorar el contorno del pecho, conseguir un aspecto del seno más natural y mejorar la autoestima.
Funcionalmente la mama tuberosa tiene perfecta capacidad para amamantar hijos, y no tiene mayor incidencia de enfermedades del pecho o tumores.

El secreto profesional médico

El secreto médico es una tradición en la profesión médica y una variedad de secreto común a todos los profesionales. Parece ser que su origen, está vinculado con los asclepíades (casta de sacerdotes relacionados con la sanación de los enfermos) y su trascendencia fue tan importante que el Juramento Hipocrático hace una clara referencia a la discreción que debían mantener los médicos en el ejercicio de su ciencia y su arte. El secreto médico (Secretum, del latín lo que debe ser guardado en reserva), es la obligación jurídica, el derecho legal y el deber moral de los profesionales del arte del curar de guardar silencio sobre todo aquello que vieron, oyeron, descubrieron o realizaron durante el ejercicio de su profesión. 
 El Juramento Hipocrático hace 24 siglos, recogía: “Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no tenga que ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar”. El secreto profesional es, por tanto un deber asumido desde siempre por todos los médicos, independientemente de las características de su profesión. No sería hasta los siglos XVIII y XIX cuando se empezara a considerar el cumplimiento del deber de secreto como un derecho de las personas.
Regulación actual del secreto médico