lunes, 30 de noviembre de 2015

Parálisis cerebral

Es un trastorno que puede comprometer las funciones del cerebro y del sistema nervioso como el movimiento, el aprendizaje, la audición, la visión y el pensamiento.
Hay diferentes tipos de parálisis cerebral: espástica, discinética, atáxica, hipotónica y mixta.
La parálisis cerebral es causada por lesiones o anomalías del cerebro. La mayoría de estos problemas ocurre intraútero, pero se pueden presentar en cualquier momento durante los primeros dos años de vida, mientras el cerebro del bebé aún se está desarrollando.
En algunas personas con parálisis cerebral, partes del cerebro se lesionan debido a los niveles bajos de oxígeno (hipoxia) en el área, pero no se sabe por qué ocurre esto.
Los bebés prematuros tienen un riesgo ligeramente más alto de padecer parálisis cerebral, la cual puede ocurrir también a comienzos de la lactancia como resultado de diversas afecciones como: sangrado, infecciones, traumatismos, infecciones maternas, ictericia grave ...
En algunos casos, la causa de la parálisis cerebral se desconoce
Los síntomas de parálisis cerebral pueden variar de una persona a otra, pueden ser leves o muy graves, afectar a una o varias partes del cuerpo ...
Los síntomas por lo regular se observan antes de que un niño cumpla dos años de edad y, algunas veces, empiezan incluso a los 3 meses. Los padres pueden notar ciertos retrasos en su capacidad para alcanzar algo y en las fases de desarrollo como sentarse, girar, gatear o caminar.
Los síntomas de la parálisis cerebral espástica, el tipo más común, abarcan: músculos que están muy tensos y no se estiran. Incluso se pueden tensionar aun más con el tiempo, marcha anormal, articulaciones rígidas y que no se abren por completo (llamado contractura articular), debilidad muscular o pérdida del movimiento en un grupo de músculos (parálisis).
Los síntomas pueden afectar un brazo o la pierna, un lado del cuerpo, ambas piernas o ambos brazos y piernas.
Los siguientes síntomas pueden ocurrir en otros tipos de parálisis cerebral: movimientos anormales de las manos, los pies, los brazos o las piernas estando despierto, lo cual empeora durante períodos de estrés, temblores, marcha inestable, pérdida de la coordinación, músculos flojos, especialmente en reposo, y articulaciones que se mueven demasiado alrededor
Otros síntomas cerebrales y del sistema nervioso: disminución de la inteligencia o las dificultades de aprendizaje, pero la inteligencia puede ser normal, problemas del habla (disartria), problemas de audición o visión, etc. Síntomas digestivos y de la alimentación, crecimiento más lento de lo normal.
Ante la presencia de cualquiera de los síntomas anteriores se hace necesario un examen neurológico completo. En las personas mayores, evaluar la función cognitiva también es importante:
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes: Exámenes de sangre, TAC, electroencefalografia, audiometria, RMN, examen ftalmológico...
No hay ninguna cura para la parálisis cerebral. El objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a ser lo más independiente posible.
El tratamiento requiere un abordaje en equipo, que incluye:
  • Un médico de atención primaria
  • Un odontólogo (se recomiendan los chequeos dentales más o menos cada 6 meses)
  • Un trabajador social
  • Enfermeras
  • Terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y logopedas
  • Otros especialistas, que incluyen un neurólogo, un médico especialista en rehabilitación, un neumólogo y un gastroenterólogo
El tratamiento se basa en los síntomas de la persona y en la necesidad de prevenir complicaciones.



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