martes, 16 de enero de 2018

Pseudoatrosis y retardos de consolidación y ondas de choque extracorpóreas

En 1970 Hausler y Kiefer utilizaron por primera vez de forma experimental las ondas de choque para el tratamiento de los cálculos renales. Posteriormente en 1980 se utilizó por primera vez un litotriptor en la práctica clínica y desde entonces las ondas de choque han sido muy utilizadas en urología. Los primeros estudios experimentales realizados sobre los efectos de las ondas de choque en las fracturas fueron llevados a cabo por Haup y cols en 1992.
Se calcula que entre un 0,5-10% de las fracturas evolucionan a pseudoatrosis. En el tratamiento de las pseudoartrosis se combinan actualmente diversos métodos tales como la estimulación eléctrica, el refrescamiento del foco de fractura, aporte de injerto óseo, fijación externa, la osteosíntesis con clavos endomedulares, ... Estas técnicas aunque tienen un alto porcentaje de éxitos, también presentan algunos inconvenientes como los fallos de los dispositivos de fijación (roturas por fatiga de material), y complicaciones locales como la infección de partes blandas, hematomas, pérdida de cobertura cutánea, dolor residual y fractura del iliaco (5.8-10%).
La aplicación de ondas de choque sobre el hueso, produce efectos físicos y biológicos, con despegamiento del periostio y hemorragia bajo el mismo, hematomas asociados a fracturas trabeculares en el canal medular y engrosamiento cortical secundario a la aposición de hueso neoformado.
Existen discrepancias en la literatura en cuanto a los efectos biológicos y el modo de actuación de las ondas de choque y la secuencia de fenómenos de reparación que provocan.
Algunos estudios experimentales han descrito que la aplicación de ondas de choque de alta energía en tejido óseo ocasiona despegamiento perióstico con hemorragia subperióstica, expresión de la médula ósea y de la grasa medular bajo el periostio, y microfracturas de las trabéculas óseas. Estos fenómenos son seguidos de aposición ósea perióstica, es decir inducen la formación de hueso
Estos hallazgos no han sido confirmados por otros autores en modelos de fractura creadas experimentalmente, los cuales han descrito ausencia de microfracturas en la superficie perióstica del hueso cortical, observando en cambio formación de hueso trabecular en la superficie endóstica cortical. Las discrepancias encontradas entre ambos estudios pueden ser debidas a diferencias en el tiempo transcurrido desde la aplicación del tratamiento hasta el análisis del tejido y a diferencias en la cantidad de impulsos aplicados.
En lo que se refiere a la efectividad del tratamiento con ondas de choque extracorpóreas de alta energía en la pseudoartrosis aséptica, la tasa de consolidación obtenida es modesta cuando se consideran en su conjunto todos los casos. Sin embargo, el análisis estratificado de los casos con relación a la localización de la lesión (miembro superior versus miembro inferior) sugiere una efectividad sustancial de esta modalidad de tratamiento en las pseudoartrosis de miembro inferior.
La aplicación de esta técnica constituye una novedad más en el campo de la ortopedia que ha abierto un nuevo horizonte en lesiones de larga y difícil evolución y resultados.
La pseudoartrosis o retraso de consolidación de una fractura de hueso debería tratarse, en primera opción, con Ondas de Choque de alta energía, tal y como recomienda la propia International Society for Medical Shockwave Treatment por las importantes ventajas para el paciente, que evita una intervención quirúrgica, el post-operatorio, la posibilidad de complicaciones durante o posterior a la intervención, la pérdida de sangre, y tiene una recuperación mucho más rápida y fácil. Además, el sistema sanitario tiene un importante ahorro económico (hasta el 70% de ahorro) que supone un tratamiento extracorpóreo, sin necesidad de ningún tipo de cirugía, reduciendo el riesgo de complicaciones o infecciones posteriores, reduciendo significativamente el número de días de hospitalización y de recuperación.
Normalmente se necesita anestesia local o sedación, en función de la tolerancia al tratamiento con Ondas de Choque del paciente.


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