sábado, 15 de agosto de 2015

Nomofobia

No hay nada censurable en querer estar en contacto con los amigos, los familiares o el trabajo mediante el  teléfono móvil, pero cuando no lo apagamos en ningún momento, siempre estamos pendientes de este dispositivo y sentimos un miedo irracional ante no llevarlo encima, estamos pisando el enfermizo terreno de la dependencia y la obsesión.
El ocho por ciento de los estudiantes universitarios españoles sufre 'nomofobia' (abreviatura de la
expresión inglesa 'no-mobile-phone phobia'), un miedo irracional a no llevar el móvil encima, derivado de un uso patológico de la telefonía móvil.

La adicción al móvil se traduce en una mayor frecuencia en el uso del teléfono móvil en el envío y
recepción de e-mail, SMS, y MMS (además de otros programas como Whatsapp); la consulta permanente de noticias y el "mantenimiento" o consulta de su teléfono móvil a la hora de dormir.

De acuerdo con las investigaciones del Centro Médico USP Fuengirola, en las que participaron 2.163
personas, un 58 por ciento de los hombres y un 48 por ciento de las mujeres usuarios de telefonía móvil sienten ansiedad, inestabilidad, negación, ocultación y/o minimización del problema, irritabilidad, sentimiento de culpa, disminución de la autoestima y falta de concentración cuando se olvidan el teléfono en su casa, no tienen señal, les queda poca batería o su dispositivo se ha quedado sin energía.

Los que sufren de nomofobia necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil, y declaran, incluso, que no pueden salir de casa sin el teléfono móvil y que, si lo pierden o se les rompe, se sienten frustrados, enojados y aislados.
A la hora de diagnosticar este trastorno, se debe tener en cuenta la historia clínica de los afectados ya queel haber sufrido trastornos afectivos, ansiedad y abuso de sustancias influye en la presencia de la nomofobia. Así pues, es necesario centrar los esfuerzos en este colectivo, puesto que los adolescentes y jóvenes contemporáneos son las primeras generaciones nacidas entre estas herramientas
Fuente Psiquiatría.com

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