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sábado, 10 de marzo de 2018

Análisis KIR y HLA-C y Embarazo

Una tasa de recién nacido baja tanto en gestaciones naturales como por técnicas de reproducción asistida puede obedecer a múltiples causas y entre ellas, la tolerancia inmunológica entre la madre y el embrión ocupa un lugar importante. Para establecer correctamente la tolerancia/aceptación materno-fetal es necesario que las células inmunológicas uterinas maternas reconozcan adecuadamente la "parte extraña" del embrión que en caso de embarazos o técnicas de reproducción asistida con óvulos propios la parte paterna es la única diferente genéticamente,  pero en caso de donación de óvulos tanto la parte de la madre (óvulo donado) como la parte paterna son "extrañas" genéticamente  a las células uterinas de la madre. El sistema inmunologico se compone de células y moleculas que interaccionan entre si para eliminar de nuestro organismo los agentes perjudiciales. Unas de las células fundamentales del sistema inmunológico son los Linfocitos Natural Killer o linfocitos NK. Estas células son muy importantes en la lucha de las infecciones por virus y en eliminar a las células tumorales que se generan en nuestro organismo, pero también tienen una función muy importante en el cambio necesario del tejido del endometrio para que el nuevo embrión se pueda implantar satisfactoriamente. Las células NK tienen en su membrana unas proteinas denominadas KIR (Killer Inmunoglobulin-like Receptor) que interaccionan con las moleculas HLA-C de otras células, para poder realizar su función: detectar infección por parte de algún virus, cambios en la célula que se ha vuelto tumoral o discriminar entre lo propio y lo extraño (trasplante de órganos y embarazo).
El HLA en un conjunto  de moleculas que posee nuestras células, que constituyen el complejo mayor de histocompatibilidad y son las responsables del reconocimiento entre los propio y lo extraño. Cuanto más diferente sea el HLA de los dos miembros de la pareja, mayores probabilidades habrá de que el sistema inmunológico lo detecte como extraño.
Detectando mediante técnicas genéticas y de citometría de flujo, que tipo de KIR posee la futura madre y la diferencia entre el HLA-C de la futura madre y el futuro padre (o donante), se podrá determinar la existencia o el grado de incompatibilidad entre la pareja.
Fuente: 
Sistema KIR y HLA 

lunes, 1 de agosto de 2016

Fragmentación del ADN espermático

Gracias a este test, se pueda comprobar el grado de fragmentación que presenta el ADN espermático, es decir, las roturas o lesiones que posee el material genético del espermatozoide.
A mayor número de lesiones, menor será la integridad del material genético y las probabilidades de que se produzca un embarazo a término. 
En la actualidad los  parámetros obtenidos a través de un seminograma convencional (concentración, movilidad...) no aportan una información completa sobre el potencial fecundante del semen y la capacidad de dar lugar a un embrión sano y un embarazo evolutivo. Un estudio evolutivo del factor masculino requiere determinar algún otro parámetro como es el índice de fragmentación del ADN espermático (DFI).
Las causas son varias y pueden ser intrínsecas o inducidas por factores externos.
Causas intrínsecas:
Selección ineficiente: La producción de espermatozoides se localiza en los túbulos seminíferos (testículos) y en algunos casos los espermatozoides y sus células progenitoras sufren alteraciones de tipo genético que resultan en roturas del ADN. Estos espermatozoides dañados son generalmente seleccionados y eliminados, pero si el mecanismo de selección falla aparecen espermatozoides con el ADN fragmentado en el eyaculado.
Maduración incorrecta: Los espermatozoides sufren un proceso de maduración  en el epidídimo que se conoce como maduración epididimaria.
Este proceso de maduración conlleva al empaquetamiento de la cromatina nuclear y la adquisición de la motilidad espermática. Si este proceso no se lleva a cabo correctamente se pueden producir lesiones en el ADN espermático.
Causas externas:
Daño inducido por radio/quimioterapia.
Varicocele.
Episodio de fiebre alta.
Exposición a elevadas temperaturas.
Enfermedad inflamatoria aguda y crónica.
El estrés oxidativo post-testicular : Durante el transporte de los espermatozoides a través del epidídimo se puede producir fragmentación del ADN espermático.
Uno de los mecanismos principales es el relacionado con la producción de radicales libres, ya sea por espermatozoides inmaduros o por las células epiteliales del epidídimo, que dañan directamente el material genético del espermatozoide. Además, los factores tóxicos y temperaturas elevadas también pueden inducir fragmentación del ADN.
Este test se recomienda en  los siguientes casos:
Infertilidad de causa desconocida (idiopática)
Tras fallos repetidos en técnicas de reproducción asistida.
Casos donde se ha observado una mala calidad embrionaria.
Pacientes que han sufrido abortos de repetición.
Varicocele.
Casos de congelación de semen (se comprueba que la muestra congelada tenga unos niveles de fragmentación aceptables).
Episodio febril en los últimos 3 meses.
Existen tratamientos que pueden mejorar la calidad del ADN espermático, estos tratamientos consisten en suministrar antioxidantes. Para los pacientes que no responden bien a estos tratamientos está recomendada la técnica de FIV-ICSI (fecundación in vitro con Inyección intracitoplasmática de espermatozoides) con espermatozoides provenientes de testículo.
Un elevado nivel de fragmentación del ADN por encima del umbral crítico, puede comprometer significativamente la posibilidad de un embarazo exitoso.

lunes, 25 de abril de 2016

Embarazo y actividad física

La práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección
postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.
Así mismo disminuyen las molestias digestivas y el estreñimiento, favorece el retorno venoso, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables. Mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional, pudiendo ser empleado como tratamiento alternativo que permitiría disminuir o incluso suprimir el uso de insulina. Acorta el tiempo de hospitalización postparto y reduce el número de cesáreas.
El nivel de adaptación al ejercicio físico previo al embarazo será un factor determinante en la tolerancia y posibilidades de realizar actividad física: a mayor adaptación aeróbica, mayor eficiencia cardiorrespiratoria y energética, mejor vascularización de los tejidos y mayor capacidad de eliminar calor.

La prescripción de ejercicio físico deberá ser individualizada y sometida a controles médicos
regulares. Se evitaran los ejercicios de equilibrios, con riesgo de caidas o traumatismo abdominal, la
posición estática durante tiempo prolongado, los cambios bruscos de posición por el riesgo de mareos o caidas y se restringirá maniobras de contención respitoria (Maniobra de Valsalva) pues reducen la oxigenación fetal.

Se utilizara ropa y calzado deportivo idóneo y cómodo. El ejercicio se llevara a cabo sobre superficies adecuadas que no resbalen (aquellas que reducen el impacto de la pisada: suelos de madera, alfombras, colchonetas etc.
Se aconseja beber líquido y comer de una forma suficiente y adecuada. Las necesidades calóricas
aumentan en la gestación 300 kilocalorías/día y a ellas hay que sumar las propias del ejercicio. La sed no es un buen indicador del grado de deshidratación y se instará a la gestante a beber antes, durante y después del ejercicio físico. El apetito y la sensación de hambre también pueden verse afectados por las hormonas del embarazo. Por ello, conviene una vigilancia estricta de la nutrición con un adecuado aporte de minerales, sobre todo hierro, calcio y suplementos vitamínicos.
Para una mayor información personal es conveniente consultar con el obstetra o la matrona que adaptará el ejercicio a cada caso particular.

sábado, 30 de enero de 2016

Listeriosis



Es una infección que puede ocurrir cuando una persona ingiere alimentos que han sido contaminados con la bacteria llamada Listeria monocytogenes (L. monocytogenes).
Las bacterias Listeria monocytogenes se encuentran en animales salvajes y domésticos, al igual que en el agua o los suelos. Estas bacterias producen enfermedad en muchos animales y llevan a que se presente aborto espontáneo y partos de mortinatos en animales domésticos.
Las verduras, las carnes y otros alimentos pueden resultar infectados con la bacteria si entran en contacto con suelos o estiércol contaminado. La leche cruda o los productos hechos de ella pueden portar estas bacterias.
Las bacterias con mucha frecuencia causan una enfermedad gastrointestinal. En algunos casos, se puede desarrollar una infección de la sangre (septicemia) o una inflamación de las membranas que cubren el cerebro (meningitis). 
La infección al comienzo del embarazo puede provocar un aborto espontáneo. Las bacterias pueden atravesar la placenta e infectar al feto. Las infecciones a finales del embarazo pueden conducir a parto de mortinato o a la muerte del bebé al cabo de unas pocas horas de nacido.
En los bebés, los síntomas de listeriosis se pueden observar en los primeros días de vida y pueden abarcar: Inapetencia, letargo, ictericia, disnea, shock, sarpullido, vómitos ...
En los adultos, la enfermedad puede tomar muchas formas, según qué órgano o sistema de órganos esté infectado.
Se recetan antibióticos para destruir las bacterias que están causando la infección.
Las mujeres embarazadas deben evitar el contacto con animales salvajes y domésticos. La exposición a la bacteria no siempre resulta en enfermedad

viernes, 27 de noviembre de 2015

Vacunación frente a la Tos ferina en el tercer trimestre del embarazo




La autoridad sanitaria comunica que en España la tos ferina mantiene su patrón epidémico cíclico, pero se observa un progresivo aumento de la incidencia, hospitalización y mortalidad desde 2010. El incremento en incidencia es más marcado en los menores de tres meses de edad, y especialmente en menores de un mes, que muestran tasas de hospitalización más elevadas y es en este intervalo de edad donde se producen las muertes por tos ferina.
La efectividad de la vacunación en mujeres embarazadas para prevenir la tos ferina en menores de 3 meses es elevada. No se han observado problemas de seguridad en la gestación, en el parto, ni en el neonato.
Por todo ello  se toman las siguientes medidas:
Se administrará una dosis de vacuna dTpa entre las semanas 28 y 36 de gestación, e idealmente  e idealmente entre las 28 y 32 semanas de gestación

La vacuna se administrará en cada embarazo independientemente de su estado previo de vacunación.
No se administrará la vacuna antes de la semana 28 de gestación debido a la menor efectividad de la medida.
En el caso de mujeres que no hayan podido acceder a la vacunación antes de la semana 37 de gestación se les administrará la vacuna dTpa lo antes posible, siempre antes del parto, si bien es menor la efectividad de la vacunación en este periodo posterior. Esto sucederá principalmente en los primeros días tras la implantación de la medida. Posteriormente, se intentará que las mujeres no demoren su vacunación más allá de la semana 36.
Estas medidas entrarán en vigor el 1 de diciembre de 2015.

Fuente: Dirección General de Salud Pública. Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón