El 'código infarto' está compuesto por una serie de
medidas que controlan el correcto funcionamiento y la eficacia en la atención
de los pacientes con infarto. Con su implantación se consigue que a la mayoría de
los enfermos diagnosticados de infarto de miocardio se les realice una reperfusión a través de una angioplastia
primaria . Esta práctica es más eficaz que la fibrionólisis -tratamiento que se
estaba llevando hasta hace poco tiempo- puesto que esta última puede provocar
hemorragias en algunos pacientes.
La aplicación precoz de las estrategias de
reperfusión existentes en el Infarto Agudo de Miocardio con elevación del
Segmento ST (IAMEST) mejora significativamente la evolución,
ya que reduce la mortalidad de la fase aguda y disminuye el tamaño de la lesión y
la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardíaca. Sin embargo, un
porcentaje muy alto de pacientes (32%) en España que sufren IAMEST no recibe
ningún tratamiento de reperfusión y, en aquellos pacientes que lo reciben,los
tiempos de demora son mayores que los recomendados en las guías de práctica
clínica. En este sentido, el IAMEST es un buen ejemplo para ilustrar la necesidad
de organizar programas asistenciales que aseguren la atención urgente y el tratamiento adecuado.
Algunos servicios de Salud autonómicos tienen protocolizada y organizada la atención
temprana al paciente con dolor torácico. El Código Infarto complementa la
organización de la atención temprana a este tipo de pacientes, pues la
activación del código se produciría en el momento en que se detecta en el
electrocardiograma (ECG) elevación del segmento ST y el paciente es
diagnosticado de un síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST
(SCAEST), término equivalente al utilizado en este código como IAMEST. El
código Infarto no podría existir sin haberse establecido previamente la
organización de la atención temprana al paciente con dolor torácico
El plan propuesto pretende ofrecer un abordaje
integral del IAMEST, abarcando todos los eslabones precisos para ello, desde la
información al paciente, los médicos y profesionales de atención primaria, los
servicios de urgencia extrahospitalarios, las urgencias hospitalarias y los
servicios y secciones de los hospitales que atienden el IAMEST. De éste modo
permite además incrementar tanto la accesibilidad a los recursos para los
pacientes, como la equidad del servicio. Igualmente establece el denominado Código
Infarto (extrahospitalario e intrahospitalario) y los niveles asistenciales,
con un plan de derivaciones entre ellos, constituyendo así una red asistencial
del infarto.
A esto se une la previsión de un registro que
permita la evaluación y seguimiento, así como contar con un plan orientado a la
mejora continua, detectando los aspectos que puedan ser perfeccionados y
adaptándose a las necesidades de los pacientes y de los profesionales.
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