jueves, 21 de abril de 2016

Síndrome del corazón roto

La frase «se me ha roto el corazón» no es tan poética como parece. Una ruptura, la muerte de la pareja o un disgusto grave pueden ponernos al borde de un ataque cardiaco. En la inmensa mayoría de las ocasiones, por suerte, de carácter leve.
El síndrome de disfunción apical transitoria o miocardiopatía por estrés tipo Takotsubo o Tako - Tsubo
fue descrita por primera vez en el año 1990 por Sato y cols. como una forma clínica de presentación aguda caracterizada por dolor precordial de tipo anginoso acompañado de elevación del segmento ST, sin evidencia de obstrucción coronaria por angiografía.
El Takotsubo (del japonés Tako, pulpo y Tsubo, olla) es una ánfora especialmente diseñada para la captura de pulpos, que tiene la forma abombada con el cuello estrecho. Su apariencia, similar a la de un «reloj de arena», se asemeja a la que adopta el corazón cuando se infarta de golpe, ante una mala noticia o cualquier acontecimiento inesperado que genera angustia, tristeza y desasosiego.
El síndrome que nos ocupa es una de las enfermedades del corazón que afectan mayoritariamente a mujeres ya que entre el 90 y 95% de los casos que se registran lo sufren personas de género femenino.
El paciente estándar sería una mujer posmenopáusica de entre 60 y 75 años, con pocos o ningún factor de riesgo cardiovascular (es decir, no fumadora, con colesterol, tensión y azúcar normales) y que sufre un episodio de gran estrés (psíquico o físico). Los estreses psicológicos más frecuentemente asociados a este cuadro son la muerte de un familiar, el diagnóstico de una enfermedad grave, los cada vez más frecuentes problemas económicos (incluyendo la pérdida del empleo y las pérdidas relacionadas con el juego), el miedo (robo a mano armada, hablar en público), la ira (discusiones con el cónyuge), los conflictos en las relaciones matrimoniales (separaciones, divorcios) y los problemas financieros. Los estreses físicos incluyen enfermedades agudas como el ictus, los ataques de asma y tratamientos como las cirugías o la quimioterapia. Aunque se ha investigado mucho sobre el tema, se desconoce por qué es tan frecuente entre las mujeres. Pero, por suerte, se recuperan completamente en 3 o 4 días y no sufren ningún tipo de secuela.
Antiguamente, los cardiólogos se “reían” cuando oían que alguien se había muerto de un susto o de disgusto. Hoy, sin embargo, saben que es muy difícil que le pase a un hombre, pero no tanto que le ocurra a una mujer. En algunas ocasiones esta patología se confunde con el infarto, porque la presentación clínica es similar. Un 2% de los infartos que se registran en la población femenina corresponden al  ‘síndrome del corazón roto’ y se producen por la brutal descarga hormonal que puede llegar a desatar una situación de angustia extrema.
Lo que ocurre con esta dolencia es que una persona, al recibir una mala noticia, se enfrenta a un nivel de estrés instantáneo tan brutal que comienza a segregar hormonas de activación como la adrenalina o la noradrenalina que hacen que el corazón se contraiga de tal manera que los síntomas que muestra son los propios de un infarto. En general las personas que sufren este problema se recuperan, aunque también se puede llegar a reproducir.
Con estos síntomas en la mano, cuando alguien comenta que ha sufrido «un susto de muerte» o que la novia le ha «partido el corazón», puede que la frase sea de lo más literal. A raíz de un reciente caso, España ha sido el primer país del mundo donde se ha descrito el síndrome de muerte súbita tras detención policial, que podría ser, con toda seguridad, una variante de la miocardiopatía por estrés.


Takotsubo

No hay comentarios:

Publicar un comentario