sábado, 20 de junio de 2015

Meningitis recurrente


La meningitis es una emergencia neurológica relativamente común (4 a 6 casos por 100.000 adultos, por año, en Holanda y el norte de Europa. La meningitis recurrente es mucho menos frecuente pero con el potencial de generar grandes secuelas a mediano y largo plazo. Su cuadro clínico es dependiente del agente causal aunque en la mayoría de los pacientes se conserva al menos uno de los elementos del pródromo clásico de la meningitis aguda (cefalea intensa, fiebre y rigidez de nuca).
Se caracteria por la reaparición de signos y síntomas de meningitis después de la esterilización del liquido cefalorraquideo (LCR) lo cual es poco frecuente y puede ocurrir durante o después del término del tratamiento. Si la reaparición se da mientras el paciente es tratado es considerada una reactivación; si es en las 3-4 semanas siguientes al tratamiento  o un segundo episodio por un microorganismo diferente luego de una remisión completa se define como recurrencia.
Se estima que la meningitis recurrente se presenta de un 4 al 9% del total de los pacientes con un episodio de meningitis previa.
Se ha asociado a traumas de craneo y la eventual fístula de liquido cefalorraquideo, procedimientos neuroquirúrgicos, pacientes con malformaciones congénitas o en un estado de inmunosupresión.
Puede asociarse a infecciones meningeas, cáncer, trastornos inflamatorios crónicos, meningitis químicas o infecciones parameningeas.
Al igual que en la meningitis aguda,  un paso fundamental en la patogenia es la reacción inflamatoria que se produce como respuesta al agente agresor (bacterias, virus, hongos, parásitos, tóxicos entre otros). El aumento de los valores  de citoquinas, quimoquinas, TNF e IL1 en el LCR modifican su composición, aumentan la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y alteran el flujo sanguíneo cerebral. Con producción de aminoacidos excitadores y especies reactivas de oxigeno y nitrógeno que en conjunto causan las diferentes manifestaciones y complicaciones de la meningitis recurrente.
La etiología puede ser bacteriana, fúngica, por protozoos, o por virus.Tambien se pueden producir por causas no infecciosas.
Para las causas infecciosas de estas meningitis los pacientes comparten el antecedente de exposición al germen o meningitis previa por el mismo.
Entre las caisas inflamatorias están las causadas por tumores primarios, metástasis, enfermedades autoinmunes tales como: vasculitis, upus eritematoso sistémio, Behcet o por  hipersensibilidad a medicamentos.
La clínica se caracteriza de acuerdo por la localización de la inflamación y pueden presentarse aislada o simultaneamente (cefalea, rigidez de nuca, neuropatias craneales y alteraciones cognitivas).
El diagnóstico se basará en el análisis del LCR, en la tinción y el cultivo de LCR, en la realización de pruebas serológicas propias de cada microorganismo como el VDRL en casos de sífilis . Si sospechamos causas no bacterianas la detección de antigenos y anticuerpos resulta fundamental.
La reacción en cadena de la polimerasa se considera un método rápido, sensible y relativamente simple para diagnosticar: meningitis tuberculosa, encefalitis por herpes simple y toxoplasmosis cerebral, entre otros pues permite una identificación especifica y temprana.
El tratamiento irá en función de la causa. 
Fuente






No hay comentarios:

Publicar un comentario