"Confinamiento flexible" domiciliario en España durante el estado de alarma ¿Es realmente eficaz?

Decía Thomas Carlyle, historiador, crítico social y ensayista escocés, que "El ideal está en ti, el obstaculo para su cumplimiento también". Instrucciones insuficientes en una materia como una orden gubernamental de aislamiento pueden dar lugar a incumplimientos por personas irresponsables o, simplemente, agobiadas por la sensación de enclaustramiento. Las excepciones señaladas que permiten saltarse el mencionado aislamiento, indudablemente, son causa de "fugas" en la transmisión del virus. Sin duda, si existe abuso, esas fugas se convierten en un obstaculo del objetivo buscado, una desobediencia que solo se puede combatir con una vigilancia estricta y con sanciones importantes que sirvan de ejemplo para los demás.

Desconocemos todo sobre el comportamiento del SARS-CoV-2, si será suficiente con dos semanas, o serán necesarios más días de retención domiciliaria.

La declaración del estado de alarma por el Gobierno, promulgando medidas excepcionales, Real Decreto 463/2020, intenta paliar los daños del coronavirus. La limitación de la circulación de las personas durante la vigencia del estado de alarma impide la circulación por la vía pública salvo excepciones. 

 La sociedad la conforman personas diferentes (niños, ancianos, enfermos, sanos, etc) y eso dificulta dictar normas sobre como llevar a cabo el mal llamado confinamiento.
Dado que no nos queda otra posibilidad se hace preciso adoptar un pensamiento constructivo y edificante.
Los resultados obtenidos los veremos en un futuro. China, Italia, España ... el mundo,  adopta más o menos intensidad en el aislamiento objeto de este post. De momento China consigue vencer con medidas propias de un estado autoritario la curva de crecimiento de las personas infectadas pero se tiene la impresión de que todavía es pronto (así lo han hecho saber las autoridades chinas).