jueves, 22 de octubre de 2015
Ablutofobia
La palabra ablutofobia proviene del latín Ablutere que significa “para lavar”. Se define como un persistente, anormal y injustificado miedo a lavarse, bañarse o limpiarse. Hasta hace unos años solía pensarse que era un claro síntoma ligado a la adolescencia.
Tal y como sucede con otros tipos de fobias, las causas de la ablutofobia se encuentra generalmente relacionadas con un evento traumático que se desarrolló en tiempo pasado, bien al que padece la fobia o a un familiar siendo interiorizado por quién la padece. Otra posible causa está relacionada con un mal hábito durante la niñez, muchos niños intentan evitar la hora del baño, muchas veces por miedo, y es posible que las actitudes de la infancia hayan sido transportadas a la vida adulta.
Las complicaciones relacionadas con la ablutofobia están relacionadas con las exigencias de la vida moderna, misma que se encuentra centrada en la higiene y en la limpieza, si la persona no toma una ducha diariamente, puede tener un olor impuro y puede llegar a provocar un rechazo por la mayor parte de la sociedad, lo que genera problemas en el trabajo, en el colegio y en las relaciones personales, con el tiempo la persona puede sentirse aislada y puede generarse otra fobia como la agorafobia o la fobia social.
El tratamiento para la ablutofobia es similar al de las fobias específicas, es decir, que se enfrenta a partir de técnicas de terapia cognitivo-conductual, donde a la persona se le lleva a examinar su miedo y a reemplazar el diálogo interno negativo con mensajes más positivos, todos encaminados a superar el miedo.
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